En septiembre, el sueldo promedio en las empresas mineras fue de $107.427 en bruto. Falta un largo recorrido para que la actividad se convierta en una de las principales fuentes de empleo en Salta.
"Mucha gente trabaja en la minería en Salta y puede haber muchísima más", afirmó días atrás el secretario de Minería y Energía de la Provincia, Ricardo Alonso, y reanimó la expectativa que existe sobre la actividad para que se convierta en una fuente importante de empleo local, con el agregado de que tiene los mejores sueldos del ámbito privado. De acuerdo a datos oficiales, el salario promedio de los mineros salteños es tres veces superior a la media que cobran los trabajadores provinciales.
Lo que hay que aclarar es que los proyectos mineros no surgen de un día para otro. Los emprendimientos en los yacimientos llevan varios años hasta su maduración productiva y no todos llegan a esa etapa, ya sea por falta de financiamiento o porque se descubre que las minas finalmente no tienen el perfil comercial esperable. Entre las variables para que un proyecto no prospere se debería incluir también a la incertidumbre que pueden generar los cambios de políticas estatales para la actividad, algo que en Salta no ocurre. El fomento a la minería es una de las pocas premisas que se mantienen entre las distintas administraciones que pasaron en las últimas décadas por la Provincia. De hecho, Alonso ya fue secretario del área entre 2005 a diciembre de 2007.
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En el caso del litio, el período que comprende las actividades de exploración, las pruebas piloto, la construcción de pozos, la instalación de plantas de procesamiento y la calibración de los procesos necesarios para obtener el carbonato de litio puede demorar hasta diez años. En la Puna salteña hay poco más de 50 proyectos de extracción de litio que están en desarrollo, de los cuales dos se encuentran en fase avanzada para ya entrar en producción plena dentro de dos años. El potencial que tiene la provincia en la explotación del mineral que se usa para baterías puede posicionar al país como el segundo mayor productor de litio en el mundo en 2022, según estimaciones que hicieron desde Nación el año pasado.
Entre marzo y abril, está previsto que entre en producción la primer mina a cielo abierto de la provincia en el yacimiento de oro Lindero, ubicado en Tolar Grande. Ese proyecto comenzó a gestarse hace 25 años (para tener una referencia de los "tiempos" mineros) de la mano de la empresa Mansfield que fue adquirida por la canadiense Fortuna Silver Mines.
El último reporte del Ministerio de Trabajo de la Nación sobre los sueldos en bruto de los empleados privados da cuenta de que el ingreso promedio en la actividad minera salteña fue de $107.427 en septiembre del año pasado. La media provincial salarial llegó a $36.753 en el mismo mes.
En el rubro de explotación de minas y canteras hay que diferenciar al empleado petrolero, que cobra más y tiene un régimen laboral de un día de trabajo por uno de descanso, que se puede traducir en 15 días en la planta y 15 días libres.
En las minas, el régimen es de dos por uno, generalmente los trabajadores de este rubro trabajan dos semanas y descansan una. En algunas compañías se utiliza la modalidad de 12 días de trabajo por 7 de descanso. Según datos oficiales, 2019 cerró con 5.500 trabajadores en la actividad minera salteña. En 2017, generó 2.872 empleos directos y en 2018, 5.369 puestos.
Reclamo
El movimiento que se generó en los últimos años en la minería, sumado a la estrepitosa caída de las otras actividades económicas, llevó a que dos cámaras sectoriales de Salta reclamen una apertura de los emprendimientos extractivos de minerales para sus asociados. Con diferente intensidad, pero con el mismo planteo de fondo, la Cámara Salteña de la Construcción y la Cámara de Proveedores de Empresas Mineras de Salta (Capemisa) pusieron en alerta a la anterior gestión del gobierno local sobre que la mayoría de las contrataciones que hacen las mineras quedan para empresas de otras provincias. El "ninguneo" que padecen las compañías salteñas podría tener un principio de solución con la ley de promoción minera provincial, que fue promulgada el 22 de octubre pasado, pero que aún no fue reglamentada.
La ley establece que las mineras que quieran ingresar al régimen de promoción deberían contar con al menos un 70% de sus presupuestos en obras y contratación de servicios asignados a proveedores locales. Con ese requisito las operadoras podrán adelantar el pago de regalías en proyectos de infraestructura destinados a las comunidades donde llevan adelante sus explotaciones. La oferta es tentadora, pero no garantiza la adhesión a la normativa y el control sobre su cumplimiento requerirá, además, mecanismos aceitados por parte del Estado.
Otra exigencia que regirá una vez reglamentada la ley es que el 60% del total de la nómina de los empleados de las mineras sean salteños. Sobre ese punto ya hay un sobre cumplimiento. Desde la Secretaría de Minería de la Provincia informaron que el 75% de los trabajadores de los proyectos mineros son de esta provincia.