El Senado de la Nación llevó a cabo la primera sesión con presencialidad plena desde que comenzaron las restricciones por la pandemia de coronavirus, en marzo de 2020, periodo en el que se realizaron 35 debates de manera mixta.
La sesión, en la que se aprobó un proyecto de declaración contra Chile por su disposición de extender los límites de la plataforma marítima y el rechazo a la cuenta de inversión del primer Gobierno de Mauricio Macri, fue abierta a las 14.25 por la vicepresidenta de la Nación y presidenta del Senado, Cristina Fernández de Kirchner, con la presencia en el recinto de 62 legisladores aunque, hacia el final de la jornada, estuvieron en sus bancas menos de 50.
La Cámara alta fue escenario de una discusión entre senadores del oficialismo y de la oposición por la ley sancionada por la Legislatura porteña, que habilita a la justicia de ese distrito a apelar fallos emitidos por la justicia nacional.
El cruce se produjo cuando el representante del Frente de Todos por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Mariano Recalde, presentó una cuestión de privilegio contra la decisión de los legisladores porteños a la que calificó como “muy grave”.
“Quieren legalizar el abocamiento de causas en la que no tienen competencia”, expresó Recalde.
Además, aseveró que “este escándalo jurídico está pensado para resolver el expediente del Correo Argentino” en el que se encuentra investigado el grupo empresario de la familia del expresidente Mauricio Macri.
En la apertura, Fernández de Kirchner señaló que de los 10 senadores ausentes, ocho pertenecían a la bancada opositora de Juntos por el Cambio.
En el primer debate, los senadores aprobaron con 41 votos afirmativos y 20 negativos de la oposición dos decretos dictados por la Presidencia del Senado sobre la última prórroga de las sesiones virtuales y la convocatoria de la actual de manera presencial.