Si ganaba conseguía su noveno título al hilo, pero sorpresivamente perdió con el Udinese de Musso y De Paul. El arquero argentino fue la figura. La Vecchia Signora puede ser campeón la próxima fecha.
Dybala, titular, se lamenta.
Como un auto que se quedó sin nafta pero que llegará a la meta por envión. Así se coronará Juventus por novena vez al hilo en la Serie A. Está claro que se quedó sin energía en medio de este calendario apretadísimo por la pandemia de coronavirus. De los últimos cinco partidos apenas ganó uno, algo totalmente impensado. Tanta es la ventaja, que a pesar de la derrota de este jueves ante Udinese tiene servido en bandeja el Scudetto. Si el domingo le gana en casa a la débil Sampdoria no dependerá del resultado del viernes del Atalanta, que marcha segundo a seis puntos.
El extremo cansancio de la Vecchia Signora se notó en Friuli. Había hecho figura a Musso (le tapó dos remates de media distancia a Dybala) y estaba en ventaja por el remate de De Ligt. Sin embargo, en el segundo tiempo se vino a pique físicamente. Lento, con movimientos anunciados y sin poder mantener el ritmo en la mitad de cancha frente a un equipo que se jugaba la permanencia confirmada en la máxima categoría. Se lo empataron rápido con un cabezazo de Nestoroski y sobre la hora lo perdió con una contra de Fofana, que parecía Messi a pesar de su exuberante físico.
Para la Juve, la derrota duele más porque le quita días de descanso. Deberá enfocarse con todo en el partido del domingo para liquidar la liga. Sin Higuaín, y con Dybala titular y capitán, fue la Joya el más peligroso de los de Turín. En las dos más claras, sus zurdazos se toparon con voladas de Musso. De Paul, capitán en el local, jugó los 90 minutos a buen nivel justo contra el equipo que, dicen, quiere contratarlo.
A esperar unos días más por la definición en Italia, para muchos la liga que se volvió más entretenida desde que se reanudó el fútbol en Europa.