El colombiano, quien es juzgado por violencia de género contra su expareja, confía en un veredicto favorable de la Justicia, que según los cálculos más optimistas podría expedirse a finales de noviembre.
Los días de Sebastián Villa en Boca parecían terminados. Ni él quería continuar en el club ni la dirigencia quería quedárselo. Hubo negociaciones con el Atlético Mineiro, declaraciones en los medios y posteos con indirectas. ¿Y ahora? Cambia, todo cambia. A tal punto que el colombiano decidió bajar el perfil a la espera de una resolución favorable de la Justicia que le vuelva a abrir las puertas del equipo de Miguel Ángel Russo.
La realidad es que hubo un claro motivo principal que llevó a la dirigencia del Xeneize a tomar la decisión de dejar de contar con Villa, que desprende otras pequeñas razones que fueron sumando a la resolución. La primera y principal tiene que ver con la denuncia de violencia de género que tiene en su contra por parte de su expareja, Daniela Cortes, radicada a fines de abril.
Pero si bien el colombiano había arrancado la pretemporada con el resto del plantel, y hasta contaba con el permiso legal para salir del país -a pesar de la denuncia- para poder jugar los encuentros de Copa Libertadores, la realidad es que Jorge Amor Ameal, presidente de Boca, buscó una resolución que confirmara el compromiso con la gran cantidad de mujeres que lo votaron en las elecciones que lo llevaron a la presidencia.
Como si fuera poco, en el Xeneize no gustó para nada el alto perfil en redes sociales, con distintos tipos de mensajes y hasta fotos en las que mostró excéntricos cambios de look. El último, con trenzas de colores. Sin embargo, Villa decidió dejar de postear sobre su vida privada para enfocarse más en cuestiones deportivas, desde fotos con sus compañeros hasta videos de los entrenamientos.
Lo cierto es que la verdadera traba para que Villa vuelva al equipo reside en los tiempos de la Justicia. Los cálculos más optimistas consideran que es posible que el fallo judicial esté listo para finales de noviembre, es decir antes del inicio de los octavos de final de la Copa Libertadores.
Los primeros dos partidos de Boca después del parate obligado por coronavirus obligaron a Russo a buscar alternativas en el extremo izquierdo, un puesto que fue del colombiano durante el primer semestre. Gonzalo Maroni jugó en ese lugar ante Libertad y DIM, aunque se lesionó en el segundo partido y le dejó el lugar a Agustín Obando, quien se perfila como titular para mañana contra Libertad. Mientras tanto, Villa espera.