En los pocos meses que estuvo en el plantel Xeneize, el italiano se abrió con el grupo y se llevó varias amistades. "Por cinco o seis cruzaría el Atlántico para ayudarlos", afirmó.
Llegó en julio y se fue los primeros días de enero. Daniele De Rossi cumplió su sueño de ponerse la camiseta de Boca, aunque haya sido solo un semestre en el que no consiguió ningún título pero terminó siendo parte del plantel que en la última fecha de la Superliga le birló el título a River. "Soy feliz si alguien piensa que fui parte de una alegría para los hinchas de Boca, pero yo no hice casi nada. Me doy cuenta solo, soy muy consciente. No soy de esos que se toman los méritos de otros. El título lo ganaron mis compañeros en la cancha y me sentí muy feliz por ellos. Me sentí parte de ese grupo, también hoy me siento parte de ese grupo, pero yo no hice mucho. Un jugador como yo, que siempre fue protagonista, un líder, una pieza importante, que jugaba mil partidos, no se va a hinchar el pecho por un título que se ganaron con los dientes y con las uñas mis compañeros. No sería justo, sería irrespetuoso con ellos", blanqueó en diálogo con el diario La Nación.
Pese a haberse vuelto a Italia a principio de año, De Rossi asegura que mantiene una relación con muchos de los excompañeros, con los que habla a menudo. "Los quiero mucho porque me recibieron de manera increíble todos. Como en cada vestuario, están los cinco o seis jugadores que uno elige, que se quedan en tu corazón. A los otros los quiero; pero por estos cinco o seis, lo que me pidan, iré cruzando el Atlántico para ayudarlos", contó el exmediocampista.
¿De quiénes habla? "Con Franco Soldano, mi compañero de cuarto, hablamos cada tres o cuatro días. Con Paolo Goltz, que es un fenómeno como jugador y como hombre, el Cali Izquierdoz también. Alguna vez hablé con Junior Alonso, Wancho (Ábila), Ema Mas, Buffa, Campuzano. El otro día le mandé un mensaje a Iván Marcone por su cumpleaños. Franco (Soldano), Cali y Goltz están en mi corazón. Me ayudaron, nos acoplamos fácil y en una semana ya sentía que los conocía desde siempre", reconoció.
De hecho, con Goltz forjó semejante relación que ya lo piensa como un compañero a futuro: De Rossi quiere ser entrenador de Boca en un futuro y lo quiere al zaguero como ayudante de campo. "Ya le avisé y me tendrá que cebar unos buenos mates", reveló. Por último, habló del nivel de Carlos Tevez, figura de la recta final del equipo de Miguel Russo: "Cuando alguien duda de tu nivel, los campeones, los que son número 1, suben de nivel y les cierran la boca a todos. Pasa siempre y en todos lados. Y un fenómeno como él es otro ejemplo. Después, lo ayudó la manera de jugar del equipo, el entrenador Russo le dio mucha confianza y encontró el estado físico óptimo, porque a nuestra edad, si no estás al 100%, es mucho más difícil. La jerarquía no es todo, no alcanza si los músculos no te responden. Se puso bien, se puso con la cabeza justa, como decimos acá, e hizo una segunda parte de la liga increíble. Pero no me sorprendió, no estamos hablando de un desconocido o de un jugador cualquiera. Estamos hablando de Tevez", cerró.