Patrocinio Escalante (65) está siendo juzgado desde hoy por el delito de homicidio simple en perjuicio de Christian Alberto Mendoza, alias “Canota” o “Marcos”.
La audiencia se lleva a cabo en la Sala VI, con tribunal colegiado integrado por los jueces Guillermo Pereyra (presidente), José Luis Riera (vocal) y Martín Fernando Pérez (vocal interino).
El hecho por el cual llegó a juicio Escalante ocurrió el 17 de octubre de 2019, en horas de la madrugada, en la puerta de ingreso al Seminario Metropolitano (Mitre y Necochea).
Durante el primer día de la audiencia se llevó a cabo la lectura de la requisitoria fiscal de elevación a juicio. El imputado desistió de declarar pero se leyó la versión que brindó en la sede de fiscalía el 18 de octubre de 2019, durante la investigación penal preparatoria. En aquella oportunidad, Escalante declaró que días previos al 17 de octubre de 2019 había cobrado su jubilación de Vialidad y que esa noche tenía en su poder 5700 pesos y un reloj. Dijo que como se le había hecho tarde, pidió permiso al sereno del Seminario para dormir en la galería de ingreso al edificio. Sostuvo que obtuvo la autorización porque lo conocen en la zona y saben que él es una persona tranquila.
Contó que alrededor de las 3.30, un hombre a quien él conocía con el nombre de Marcos saltó la reja y lo atacó lanzándole piñas y patadas, con la finalidad de robarle. Dijo que lo ubicaba y que sabía que era un sujeto agresivo que se dedicaba a robar. Sostuvo que el agresor tomó una piedra y quiso golpearlo en la cabeza, pero él logró esquivar los golpes y que lo único que hizo fue defender su vida y sus bienes.
Durante la audiencia de hoy, Escalante explicó que tiene problemas de sordera auditiva unilateral a raíz del trabajo con dinamita que realizaba en la Dirección de Vialidad.
Seguidamente se inició la ronda de testimoniales con la comparecencia de un sargento que intervino la noche del hecho. El efectivo relató que se encontraba patrullando a pie la zona de Mitre y Necochea junto a una compañera cuando escucharon que los llamaban: “¡Policía, policía!”. Al volverse para ver de dónde provenían los gritos observaron a un hombre del lado de adentro de la reja del Seminario. Se encontraba encima de otra persona que estaba tendida en el suelo, como sujetándola. Y apenas se acercaron les dijo: “Este me quiso robar”. Entonces le ordenaron que se levantara y que se alejara. En ese momento, el imputado dejó caer un cinto que tenía en sus manos.
El testigo refirió que él y su compañera entraron al Seminario por la puerta de reja, que se encontraba sin seguro, y verificaron que el hombre que se encontraba tendido en el suelo no reaccionaba. Ante esto, llamaron a una ambulancia.
El sargento afirmó que el acusado no parecía estar conciente de lo que había hecho porque pretendía retirarse aduciendo que tenía que hacer unos trámites.
Dijo además que no recordaba haberle visto lesiones a Escalante y que la víctima aparentaba ser un hombre más joven y más corpulento que el imputado.
A continuación declaró un amigo de la víctima. Dijo que conocía a Christian Alberto Mendoza, alias “Canota”, porque ambos frecuentaban la zona de la Balcarce y almorzaban en el mismo comedor. Precisó que él se dedica a cuidar autos en la vía pública y que “Canota” era vendedor ambulante.
Contó que el damnificado había llegado a Salta desde Tucumán y que nunca lo vio cometiendo un ilícito ni se enteró de que hubiera robado.
El juicio proseguirá mañana con la recepción de más declaraciones testimoniales. Está previsto que finalice el 4 de febrero.
Por el Ministerio Público interviene el fiscal Ramiro Ramos Ossorio. La defensa del acusado está en manos de María Cecilia Martínez, de la UDP 3.
Según consta en la causa, el 17 de octubre de 2019, en horas de la madrugada, el imputado llamó a policías que patrullaban la zona de Mitre y Necochea y les contó que, mientras se encontraba durmiendo en la galería del Seminario Metropolitano, un hombre había intentado sacarle el reloj y que él se lo había impedido, golpeándolo. El acusado precisó que se había sacado el cinto de cuero que llevaba puesto y se lo había colocado al sujeto alrededor del cuello, ahorcándolo.
Posteriormente el damnificado fue identificado como Christian Alberto Mendoza quien, al igual que el acusado, vivía en situación de calle. Cuando la ambulancia del SAMEC arribó al lugar del hecho, los profesionales constataron que el paciente no presentaba signos vitales.
La autopsia determinó que la muerte de Mendoza se produjo por asfixia mecánica por compresión extrínseca del cuello compatible con estrangulación.