Internos denunciaron a Nuevo Diario que en la Granja Penal de Cerrillos hay más de 70 personas con Covid-19 hacinadas en un galpón mientras cursan la enfermedad, y que recibieron asistencia mínima.
Además advirtieron sobre las deficientes condiciones de salubridad, e incumplimiento de protocolos, temiendo por un posible rebrote.
Internos que resolvieron reservar su identidad, por temor a represalias, detallaron que son 73 las personas que presentaban síntomas de Covid en la Granja Penal, y que hoy se encuentran con visibles mejorías: "Pasamos por todos los síntomas, y el servicio penitenciario de aquí no nos proveyó de nada, apenas nos dieron un barbijo como para decir que nos dieron algo", dijo uno de ellos.
En tanto que el otro advirtió que no se cumple en lo más mínimo ningún protocolo de higiene por el Covid-19: "La comida viene de la Unidad Carcelaria Nº 1 y nos la sirven sin ninguna precaución, ni siquiera guantes ni barbijos". En ese sentido, detalló que gran parte del personal de este servicio penitenciario contrajeron coronavirus: "Damos gracias a Dios que no hubo muertes aquí, pero tenemos miedo de un rebrote".
"Somos 73 personas que estamos totalmente hacinadas en un galpón, en cuchetas, sin distanciamiento mínimo ya que hay un espacio de menos de 30 cm entre cama y cama, estamos a la deriva", dijo el convicto quien, además, contó que son las familias las que se encargan de proveerlos de elementos de limpieza, como lavandina y alcohol.
La semana pasada, este grupo elevó una nota al gobernador poniendo en conocimiento la situación: "Necesitamos que intervenga el gobernador Gustavo Sáenz, queremos que ustedes les hagan llegar el documento que redactamos, parece que ellos solo se preocupan cuando los internos hacemos levantamientos".
Además señalaron que los compañeros que sanaron en ese contexto de encierro están dispuestos a donar plasma. También solicitan al Juzgado de Ejecución "que agilicen las causas que ya se encuentran pasadas de libertad condicional (algunas hace más de un año)".