Once rubros volvieron al trabajo tras un mes de inactividad.
Los locales empezaron a pegar carteles con sus redes y números telefónicos. Pablo Yapura
En el primer día de la cuarentena administrada, los comercios empezaron a tratar de reactivar las ventas a través de WhatsApp, redes sociales, internet y vía telefónica. Sin poder recibir a clientes, recurren al servicio de entrega a domicilio, o delivery. Once actividades volvieron al trabajo ayer.
Desde el Gobierno recordaron que las minoristas que se exceptuaron desde ayer no pueden abrir al público. El horario de concurrencia de los empleados y propietarios habilitados debe ser de 14 a 20.
En las calles España y Balcarce varios locales comerciales trabajaban: desde vinerías y bicicleterías, hasta casas de tela y librerías. En las vidrieras los comerciantes indican el protocolo y la modalidad de trabajo: pedidos por WhatsApp, Facebook o Instagram pero también teléfono fijo.
Los comercios exceptuados que pueden trabajar con atención al público no permiten el ingreso de más de dos personas a la vez. El resto de los negocios hace delivery.
La mayoría de los locales de las peatonales permanecen cerrados, principalmente las grandes tiendas de ropa, joyerías, boutiques, zapaterías, zapatillerías y tiendas de bijouterie. Las galerías también tienen sus persianas bajas.
Los "drugstore" céntricos permanecían abiertos, incluso los de las peatonales. En las casas de comida empleados trabajaron preparando pedidos de sandwiches, empanadas, pollos y otros menúes para llevar a domicilio. Un conocido local de una cadena de hamburguesas trabajaba mediante una aplicación de delivery. Las cafeterías exhibieron sus productos como chocolates y golosinas en la parte exterior del local y vendían café al paso. Algunas otorgaban el 20% de descuento.
Sobre las peatonales al menos cinco vendedores ambulantes ofrecían mascarillas, barbijos y guantes.
"Este panorama es feísimo. Nadie sabe qué pasará. Yo me dedicaba a la venta de CD de música y DVD de películas y tuve que cambiar de rubro. Hoy todo lo que tiene que ver con profilaxis es lo que reditúa", expresó Adrián, uno de los vendedores. El joven ofertaba dos guantes de nitrilo por 100 pesos y dos barbijos por $150.
El centro
Un amplio movimiento de gente hubo ayer en la calles del centro salteño con el inicio de la cuarentena administrada.
La mayor concentración de personas, principalmente adultos mayores y jóvenes, se dio alrededor de bancos, cajeros automáticos, correos y locales de pago en la zona de la avenida Belgrano y las calles Deán Funes, España y Mitre, fuertemente vallada y custodiada por policías y vigiladores. "Estoy haciendo fila desde hace una hora y media porque necesito pagar mi tarjeta de crédito. Quise hacerlo por una terminal de un cajero pero no había sistema y al parecer en el banco tampoco pero nadie nos informa nada. Falta organización", se quejó Roberto Flores, quien aguardaba poder acceder a un banco en pleno microcentro, al igual que otras 50 personas. Todas llevaban barbijos y respetaban la distancia de un metro.
Otro grupo, desde otra fila, reclamó que los turnos no se otorguen vía WhatsApp y solicitó que sean presenciales. Varios camiones de caudales circulaban por la zona.
En un local de pago, sobre la calle España, unas 70 personas esperaban poder pagar sus boletas. En otro de la misma firma, sobre la calle Alvarado había una fila de 20 personas.
Tránsito
Los colectivos transitaban con muy pocos pasajeros: uno como mínimo y 15 como máximo. Las distancias fueron respetadas también.
Taxistas y remiseros circulaban por avenidas y calles y al menos unos 10 conductores de taxi esperaban en la parada de Belgrano y Zuviría poder hacer un viaje. Los estacionamientos para motos estuvieron repletos con más de 50 vehículos.
"Hay poco trabajo. Por momentos la Policía no me deja entrar al centro y tengo que dar la vuelta por la terminal y buscar calles. El lunes pasado tuve más suerte e hice más viajes. Ahora estamos a fin de mes y la gente no tiene plata", contó Mauricio Luna, un joven taxista. Uno de los rubros que se reactivó ayer fue el de las ópticas. Fueron varias las que abrieron sus puertas pero la afluencia de clientes fue muy escasa.
Atención médica
La mayoría de los consultorios médicos céntricos permaneció cerrada. Solo algunos abrieron, principalmente los de odontología mientras que los laboratorios que trabajaron también fueron escasos.
“Nosotros trabajamos con urgencias principalmente y algunos odontólogos trabajan con turnos anticipados con sus pacientes”, dijo Patricia, secretaria de un consultorio ubicado sobre la calle 25 de Mayo.
Sobre la avenida Sarmiento algunos laboratorios tuvieron poca afluencia de pacientes.
Por otro lado, los talleres, gomerías, ferreterías y corralones en la zona del macrocentro trabajaron bajo el protocolo establecido.