Las redes sociales, videoconferencias, oraciones en los hogares y la radio son herramientas que se están utilizando para mantener la fe mientras dura el aislamiento social obligatorio.
La pandemia de coronavirus ha impactado en todos los ámbitos de la sociedad, incluido el religioso. Se cancelaron celebraciones y las iglesias y templos permanecen cerrados. Los encuentros se producen ahora en el espacio virtual.
Referentes de distintas religiones contaron cómo afrontan la pandemia.
Sebastián Cohen, presidente de la DAIA filial Salta, que representa a varias instituciones judías, explicó: “Antes de la cuarentena, nuestras instituciones decidieron suspender todo tipo de actividades presenciales entendiendo que la pandemia que estamos sufriendo requería un esfuerzo que tenía que ver con la no asistencia”.
Agregó que paulatinamente se recurrió a lo virtual. “En ese sentido, no solamente se trasladó lo que tiene que ver con lo religioso o la ritualidad mediante aplicaciones como Zoom o WhatsApp sino la cuestión relacionada a la educación”, dijo.
Por ejemplo, los niños alumnos de la Escuela Hebrea reciben capacitación por internet. “Los docentes, el rabino, todo el personal religioso y de asistencia comunitaria siguen trabajando”, puntualizó.
La comunidad cuenta con un comité de crisis conformado por miembros de distintas instituciones para la asistencia a personas en situación de vulnerabilidad. Hay profesionales que brindan asistencia psicológica online. También participan médicos.
“El comité, encabezado por Fernando Camisar y coordinado por el Congreso Judío Latinoamericano y el Congreso Mundial, está en contacto con los gobiernos municipal y provincial. Todas las tareas son comunitarias y voluntarias”, recalcó Cohen.
El titular de la DAIA Salta destacó: “Tenemos que ser fuertes, conscientes, trabajar y acompañar a todas las medidas del gobierno para prevenir el contagio y disminuir todo tipo de riesgos. Es una época en la que hay que ser solidarios más de lo habitual y trabajar en conjunto para poder llegar a la cura de esta pandemia. Desde la comunidad judía estamos a total disposición de las autoridades para lo que haga falta”.
El pastor principal de la Iglesia Catedral de los Milagros, de la capital salteña, Juan Carlos Bazán, explicó que ante el momento crítico y difícil para la iglesia que no puede congregarse, se ha tomado la iniciativa de transmitir a través de la radio. “La 87.9 tiene más de 24 años al aire y es una de las herramientas más fuertes. Ha pasado a ser uno de los medios más importantes para estar en contacto con la membresía de la iglesia, con cada simpatizante, adherente”, expresó Bazán.
Otras vías de contacto son Facebook Live y canales de TV. “El canal Multivisión Federal posibilitó que se transmita la reunión del domingo a las 9, entonces sale en vivo la palabra. También está el canal Luz, el 127 de Direct TV que transmite en Argentina y otros países”, dijo Bazán.
Aseguró que han tratado de utilizar todos los medios posibles. “Entendemos que la gente está necesitando la palabra de Dios, lo está buscando como nunca antes así que lo que antes era simplemente un auditorio en el que teníamos tres reuniones con más de 1600 personas cada una, resulta que hoy se hizo más grande a través de las redes sociales”, relató.
“Esta pandemia lo primero que ha hecho es demostrar lo vulnerables y frágiles que somos y lo único que puede realmente protegernos es Dios. El mundo se ha apartado de Dios y lo único que se escuchan son palabras sin Dios, es por eso que predominan las malas noticias pero el evangelio de Jesucristo, como significa la palabra, son buenas noticias entonces al volvernos a Dios se puede hacer el equilibrio y la gente puede tener paz en medio de la tormenta. El evangelio no son solo palabras, es poder de Dios en acción”, finalizó.
En los hogares La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Salta también cerró sus centros de reuniones.
“Nuestra iglesia fue una de las primeras en anunciar que no nos íbamos a congregar normalmente. Se nos invitó para que podamos vivir el evangelio con la familia en nuestros hogares. Nosotros creemos que las familias pueden llegar a ser eternas en el plan de Dios”, expresó René López, presidente de Estaca Salta.
Indicó que ahora se nota más interés entre los fieles. “Quizá antes a las personas les costaba ir por su trabajo o porque la fe había decaído pero ahora buscaron refugio en su propia familia. La gente busca a Dios, lo necesita y tiene un contacto más fluido”, dijo.
En los hogares las familias practican actividades como compartir mensajes y sesiones de escritura o lectura.
En ese contexto se dan las reuniones dominicales para tomar la “santa cena”, mientras que los encuentros de liderazgo se realizan mediante videollamadas o videoconferencias. “Velamos por los miembros de la iglesia. Apuntamos a sostenerlos, ayudarlos no tan solo en la fe sino todo lo que necesiten”, señaló.
“Como iglesia pedimos unirnos en ayuno para el alivio de la pandemia. Lo hicimos el 29 de marzo y el 10 de abril y varias religiones se han unido. Fue una buena experiencia. Nosotros ayunamos una vez al mes”, finalizó.
Rezar desde las casas
El párroco de San Lorenzo, el padre Oscar Ossola, también indicó que se favorece la participación por las redes. Desde el Facebook de la Catedral Basílica se transmiten en vivo celebraciones, misas y rezos. También hay propuestas en la página del Arzobispado.
“Gracias a Dios hay muchísimo trabajo de todas las parroquias, apostolados, grupos, movimientos como Palestra, la Pastoral de Jóvenes. Esta es la forma de llegar a la gente”, explicó Ossola.
Añadió: “Realmente es asombroso que mucha gente reconoce y dice que está rezando desde su casa como no rezaba antes. La creencia en Dios para nosotros, católicos, como acto de fe es fundamental para sobrellevar y darle sentido a cualquier obstáculo. Esta dificultad recién empieza y cuando nos golpee o llegue la parte de la enfermedad hay que estar preparados”.
“Quiero destacar algo de lo que dijo el papa Francisco el 27 de marzo pasado. Tenemos un timón en esta barca, tempestad. No estamos solos porque la cruz de Cristo es nuestra fortaleza. Hay que ser solidarios y encontrar que la fe se hace hebra. Dios nos habla y está en medio de los enfermeros, médicos, las fuerzas de seguridad, aquellos que mantienen la cadena de alimentos, los servicios. Dios demuestra que no nos está dejando solos. Debe ser durísimo para quienes no tienen un plato de comida pero la fe se hace caridad, solidaridad y desde la Iglesia estamos colaborando con las Cáritas parroquiales.
Mucha gente hace llegar su colaboración para los sectores desprotegidos”, afirmó el sacerdote.