A través de esta iniciativa, la Municipalidad entrega 50 mil raciones de comida caliente por semana en 73 puntos de la capital salteña.
La Municipalidad de Salta, a través del Plan Unidos, transita la semana 42 distribuyendo comida a vecinos en situación de vulnerabilidad social. El plan fue creado ante la crisis sanitaria y económica por Covid-19.
A través de este Plan de Soberanía Alimentaria Municipal, desde marzo hasta la fecha se entregan en forma semanal 50.000 raciones de comida caliente en 73 puntos de la ciudad, llegando a 230 barrios y alcanzando una cobertura del 80% en esos barrios.
Santiago Lynch, titular de la Secretaría de Desarrollo Humano, detalló que el inicio de la gestión -antes de la pandemia– la intendenta Bettina Romero inició un relevamiento en barrios populares lo que permitió diseñar e implementar acciones concretas con resultados directos y medibles en la vida de los vecinos.
“Con el Plan Unidos pudimos acercar soluciones a los merenderos, comedores y ollas populares que atienden a familias en situación de vulnerabilidad social. La pandemia cambió la agenda de trabajo, pero creamos una política pública para trascender. Somos funcionarios y nuestra función es indelegable, por eso nuestra prioridad es garantizar la alimentación de los vecinos. Cerramos el año estando presentes en el 80% de los barrios de la ciudad”, expresó, detallando que todos los integrantes de todo el gabinete y empleados municipales participan en forma diaria de la logística para llegar a cada punto con todos los insumos frescos para el menú del día.
Lynch también explicó que para la distribución de los alimentos, se respetan los protocolos de higiene y seguridad. “Hemos entregando a cada persona un plato caliente, pan y frutas. Siempre se trabajó con un abordaje integral hacia la comunidad, para ayudar a las familias, niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos mayores”.
Aliados del Plan Unidos
El éxito de este trabajo social se debe a las alianzas efectuadas entre el sector privado y público, ya sea empresas, instituciones sociales, iglesias evangélicas, centros de jubilados, centros vecinales y comedores comunitarios que funcionan como puntos de referencia para brindar raciones de alimento caliente (almuerzo o cena).
Para el cumplimiento de esta iniciativa, un equipo de más de 300 personas, entre agentes municipales, voluntarios y referentes sociales trabajan día a día para estar cerca de las personas con más necesidades.
Testimonios de voluntarios
Silvia Vargas, una vecina voluntaria de barrio 15 de Septiembre comentó: “nos dividimos tareas y aprendimos a sincronizarnos y hacer bien nuestro trabajo. No solo ayudamos con un plato de comida sino también con una palabra de aliento. Nuestro trabajo es servir y seguiremos haciéndolo”.
“Mi granito de arena es para que la gente pueda comer lo que hacemos. Mi objetivo es ayudar, me siento bien cuando veo a los vecinos que se retiran en sus tapper contentos y nos comentan lo rico que estaba el menú”, señaló Rafaela Piedrabuena, de barrio Roberto Romero.
Por último, Isabel Vizcarra de barrio Ampliación 20 de Junio señaló: “Todo lo hacemos con mucho amor porque la situación en el país y la provincia está muy difícil y cada aporte ayuda”.