El martes último la Corte Suprema ordenó a Anses garantizar el acceso a asignaciones familiares a mujeres detenidas que están embarazadas o tienen hijos.
En la cárcel de Villa Las Rosas las madres no pueden acceder al beneficio por trabas burocráticas.
Las personas que están detenidas y cobran la asignación universal por hijo (AUH) recibirán también la tarjeta alimentaria, confirmaron desde Anses. Alimentar es una de las políticas de emergencia que lanzó el Gobierno nacional para ayudar a combatir el hambre en la Argentina.
Desde el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación aclararon que estas personas tienen que designar a un intermediario (cotitular) a través de una acción judicial.
El martes último la Corte Suprema de Justicia de la Nación resolvió que las mujeres privadas de su libertad tienen derecho a percibir asignaciones familiares por hijo y por embarazo y que el organismo nacional está obligado a garantizar estos beneficios.
Desde la Subsecretaría de Políticas Penales de la Provincia no dijeron cuántas personas serán alcanzadas por este fallo. "Debemos esperar las necesidades y directivas administrativas de Anses para elevar todo", manifestaron.
De acuerdo con un relevamiento que hizo el Observatorio de Violencia contra las Mujeres (OVcM) en 2018 en la cárcel de Villa Las Rosas, la mayoría de las entrevistadas tenía hijos menores de edad.
La abogada Tania Kiriaco, exdirectora del OVcM, aseguró que, si bien muchas tenían el beneficio de la AUH, no podían acceder a él por trabas burocráticas vinculadas con la situación de encierro.
Algunas no podían ir a hacer los trámites o a cobrar por falta de movilidad. Las más perjudicadas eran las de localidades alejadas de la capital, que debían viajar a los lugares donde vivían para retirar el dinero. Otras autorizaban a familiares a retirar la AUH, pero muchas veces esta no llegaba a sus hijos.
Kiriaco contó que ahora Anses deberá acercarse a las personas detenidas para garantizarles el acceso al derecho: "La AUH viene a beneficiar a los niños y niñas del país, sin importar si la madre está o no privada de la libertad".
En el informe anual del OVcM del año pasado se menciona el relevamiento hecho el año anterior en la cárcel de mujeres.
De las 39 mujeres entrevistadas, 34 tenían hijos y el 70 por ciento de estos tenían menos de 18 años de edad. Entonces, ocho mujeres vivían con sus hijos en la cárcel. Según las últimas cifras conocidas, son una decena las que maternan y crían en contexto de encierro.
En relación con la situación laboral, 24 trabajaban y 15 no lo hacían. De estas últimas, más de la mitad dijo que se debía a la superposición de horarios o a problemas de salud.
El salario que percibían por las tareas realizadas era paupérrimo: 16 mujeres cobran menos de 300 pesos mensuales, 3 cobraban entre 300 y 500 pesos, 4 no cobraban salario y una no respondió.
Con este "salario", muchas de ellas compraban productos de higiene dentro de la cárcel, a precios superiores a los del mercado.
El OVcM advirtió que, si bien está obligado a hacerlo, el Servicio Penitenciario no les provee a las personas detenidas elementos de limpieza, de higiene personal ni de gestión menstrual. Esto se considera un agravamiento de las condiciones de detención. "Si no cuentan con familiares que puedan visitarlas y proveerles estos elementos, se encuentran en situación de absoluto abandono", manifestaron.
En el informe anual de 2018, el OVcM expresó que muchas de las mujeres privadas de la libertad están en esa situación "como resultado directo o indirecto de diversas formas de discriminación, violencia, abusos y falta de acceso al sistema de educación y salud".
Mencionaron que "son jefas de familia, únicas proveedoras de su núcleo familiar, y cuidan de sus hijos/as, otras personas o familiares que se encuentran bajo su responsabilidad".
Los delitos que cometieron, en general, son menores: la mayoría consiste en "delitos contra la propiedad, robo, fraude, tenencia de estupefacientes, derivadas por la pobreza y la marginalidad".
El OVcM observó que "una de las situaciones más acuciantes debido a su situación de encierro era la pérdida y la desvinculación con sus hijas e hijos".