Unas 200 personas practican la disciplina a través de la Federación.
El judo salteño espera tener un mejor año que el que pasó. Esta es una de las tantas disciplinas que trabaja con mucho esfuerzo en la provincia.
La Federación Salteña de Judo desea duplicar los títulos que logró en 2019, compitiendo en varios torneos nacionales, como por ejemplo, el subcampeonato de Rocío Isella, de 22 años, en Bariloche, más los títulos internaciones de Analía Isella y Federico Figueroa, en Formosa, donde compitieron brasileños, paraguayos y uruguayos.
“Pudo haber sido mejor”, expresó Mara Narancic, una de las vicepresidentas de la Federación. Pero los costos de cada viaje y las distancias de algunos torneos complicaron la presencia salteña. Y sin ir más lejos, el primer torneo nacional de este año se disputará en San Martín de Los Antes, en Neuquén.
La Federación Salteña de Judo recibe un subsidio del Gobierno, con el cual se compensa lo que cada judoca gasta en las competencias.
En Salta se estima que hay unas 200 personas que practican judo en los diez clubes afiliados a la Federación: Centro Cultural Saluzzi, Juventud Antoniana, Atlas de barrio Lamadrid, la Sociedad Italiana (con 31 años de trayectoria), y en Juveijo, Villa 20 de Junio; y los del interior, en Orán, Tartagal, Vespucio y Güemes y J. V. González.
A propósito de los clubes afiliados, Narancic se mostró en desacuerdo con las sugerencias del judoca Laiston Quiroga, quien se perfeccionó en Europa a fines del año pasado con la idea de transmitir sus conocimientos en Salta.
“El señor fue invitado a formar parte de la Federación Salteña y no quiso, y su 6° dan no está reconocido por la Confederación Argentina, que lo aclaró con una carta hace poco tiempo atrás, él es 1er. dan en nuestros registros”, expresó Narancic, quien además es la encargada de la parte técnica en la Federación Salteña.
Al margen de estas diferencias, Narancic se mostró orgullosa del trabajo que realizó la institución en 2019 y espera mejorarlo en 2020.