La revista France Football confirmó ayer que por la pandemia, este año no se realizará la habitual entrega del premio Balón de Oro 2020 al mejor futbolista del año. Será por primera vez desde 1956, año en el que arrancó la premiación.
"Ante circunstancias excepcionales, disposiciones excepcionales. Por primera vez en su historia, que comenzó en 1956, el Balón de Oro France Football no será atribuido en 2020, ante la falta de suficientes condiciones igualitarias", escribió la revista en un comunicado publicado en su página de internet.
Por esta razón, Lionel Messi, el máximo ganador histórico, y Megan Rapinoe, jugadora del club Reign de Estados Unidos, retendrán el premio por un año más en las categorías masculina y femenina, respectivamente.
"Porque un año tan singular no puede, y no debe, ser tratado como un año ordinario. En caso de duda, es mejor abstenerse que persistir", señalaron las autoridades de France Football como la primera de las causas que los llevó a desistir de entregar el Balón de Oro este año.
Preso por FIFA Gate se contagió de coronavirus
Juan Ángel Napout, ex presidente de la Conmebol, actualmente preso por corrupción en el famoso caso FIFA Gate, dio positivo en un testeo de COVID-19. Justo a una semana de su intento por obtener la libertad compasiva, que le fue denegada, ante el aumento de casos de coronavirus.
Su abogado, José González Macchi, le confirmó a la familia del ex dirigente sudamericano, de 62 años, que había dado positivo en uno de los testeos realizados en la prisión de Miami, Estados Unidos.
El paraguayo Napout fue condenado en 2018 a nueve años de prisión en Estados Unidos por corrupción tras ser detenido en el marco de la histórica operación contra la corrupción en el mundo del fútbol, iniciada en 2015 y que se conoce popularmente como el FIFA Gate, un caso que salpicó a decenas de dirigentes, en su mayoría latinoamericanos. Entre ellos, el ex presidente de la AFA Julio Humberto Grondona, investigado por conspirador.
Napout fue declarado culpable y condenado por conspirar para cometer crimen organizado y por fraude electrónico, después de que la Justicia estadounidense le acusase de haberse embolsado al menos 3,3 millones de dólares en sobornos.