El entrenador del Barcelona remarcó la importancia del duelo ante Valladolid por encima del torneo continental. “En el fútbol puede pasar de todo. Hemos visto cosas inexplicables”, aseguró sobre el torneo español.
Cuando todo el mundo del fútbol estaba atento al sorteo de la definición de la Champions League desde el 7 de agosto, Quique Setién, entrenador del Barcelona, priorizó la definición de la Liga antes que la Orejona.
"En realidad no tenía muchas expectativas porque tenemos que centrarnos en el partido de Nápoles, que es la clave. Ya sabemos que jugaremos en casa. Es algo que es justo. Del resto del sorteo podemos analizar posibles rivales pero lo primero es el partido de mañana (sábado) contra el Valladolid porque necesitamos los tres puntos si queremos estar allí. Luego ya vendrá Nápoles", aseguró el DT.
"Intentaremos estar a la altura y cuando llegue la Champions intentaremos hacer lo mejor posible, igual que los tres partidos que quedan para acabar el campeonato. Son hipótesis que no conducen a nada", agregó sobre el tema.
Aunque luego también se refirió al duelo de vuelta ante el equipo del sur italiano y la decisión de jugarlo sin público. "Es una desventaja, un partido como este, con una grada llena apoyando a su equipo, va a influir. Esto es lo que hay. Da igual que me queje, no hay solución. Es una pena que haya pasado esto, pero ahora aceptamos lo que toca y nada más", afirmó. En el caso de que el Barça salga victorioso del partido de vuelta de la eliminatoria, en la que defenderá el 1-1 cosechado en la ida, tendrá que enfrentarse en cuartos de final al ganador del cruce entre Bayern Múnich y Chelsea.