España reabrió el domingo sus fronteras a los turistas británicos, en un intento de reactivar su economía, mientras Brasil y Sudáfrica veían subir los contagios del nuevo coronavirus. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo en un acto de campaña que había dado instrucciones de reducir el número de pruebas diagnósticas, un aparente intento de evitar estadísticas negativas.
El jefe de la Organización Mundial de la Salud ha advertido de que la expansión global del virus iba en aumento, tras un récord diario de 150.000 casos nuevos reportados la semana pasada.
El nuevo coronavirus ha infectado a casi 8,8 millones de personas y matado a más de 464.000 en todo el mundo, según cifras reunidas por la Universidad Johns Hopkins. Se cree que el alcance real de la pandemia es mucho mayor porque a muchos pacientes no se les hace la prueba.
En un mitin el sábado en Tulsa, Oklahoma, Trump dijo que ha pedido a su equipo que baje el ritmo de pruebas diagnósticas de coronavirus. El mandatario dijo que Estados Unidos ha hecho pruebas a 25 millones de personas, pero la “parte mala” es que los análisis habían encontrado más casos.
Por supuesto, los casos del virus seguirían existiendo, pero la campaña de Trump no se vería avergonzada por el número real de contagios y muertes en el país, que lidera de lejos ambas cuentas a nivel global. Expertos de salud dicen que ignorar los casos que se producen aumentaría la cifra total de enfermos que los infectados que no saben que lo son deberían ponerse en cuarentena para proteger a sus seres queridos.
El virus ha infectado a unos 2,2 millones de personas y matado a unas 120.000 en Estados Unidos, según Johns Hopkins.
La campaña del probable candidato demócrata a la presidencia, Joe Biden, dijo que Trump estaba poniendo la política por encima de la seguridad y la salud de los estadounidenses.
China y Corea del Sur reportaron el domingo nuevos casos de coronavirus en brotes que amenazaban con truncar su recuperación, mientras el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo haber dado instrucciones a su equipo para reducir el número de pruebas diagnósticas para evitar estadísticas negativas que mostraban un aumento de los contagios.
Algunos gobiernos, como los de España, Gran Bretaña y Francia, están relajando controles y reactivando la actividad empresarial. Pero los contagios suben en Sudáfrica, Brasil, Estados Unidos y otros países. El Ministerio brasileño de Salud dijo el sábado que el total de casos había superado los 50.000 desde el día anterior. El presidente, Jair Bolsonaro, ha restado importancia a los riesgos pese a las casi 50.000 muertes en tres meses.
Sudáfrica reportó un récord diario de 4.966 casos nuevos el sábado y 46 muertes. Sin embargo, el presidente, Cyril Ramaphosa, anunció esta semana que continuaría suavizando una de las cuarentenas más estrictas del mundo. Casinos, salones de belleza y el servicio de mesa en restaurantes podrían reabrir.
En Estados Unidos, el virus parecía extenderse por el oeste y el sur del país. El estado de Arizona reportó 3.109 contagios nuevos, algo por debajo del récord del viernes, y 26 muertes. El estado de Nevada también registró un nuevo récord de 445 casos.
En Europa, Alemania informó de 687 casos nuevos, su cifra diaria más alta en un mes, tras haber gestionado el brote mejor que otros grandes estados europeos. Sólo en una planta de empaquetado de carne se han encontrado más de 1.000 casos.
España eliminó la cuarentena de 14 días para los visitantes británicos a partir del domingo. Los viajeros británicos forman una gran parte de los clientes del vital sector turístico español, especialmente afectado por la pandemia.
El primer ministro británico, Boris Johnson, dijo que anunciaría la semana que viene si el Gran Bretaña relaja las normas de distanciamiento social. Grupos empresariales querían reducir la distancia entre personas de dos a un metro para facilitar la apertura de establecimientos, aunque eso podría provocar más infecciones.
Gran Bretaña tiene la cifra de muertos más alta de Europa y la tercera del mundo, con más de 42.500 fallecidos.
En Asia, las autoridades chinas confirmaron 25 casos nuevos, 22 en Beijing y tres en la vecina provincia de Hebei. El gobierno dijo haber hecho pruebas a 2,3 millones de personas en un esfuerzo por contener el brote en la capital, que obligó a cerrar su mayor mercado de alimentación al por mayor.
En Corea del Sur, las autoridades reportaron 48 casos nuevos. La mitad estaban en la capital, Seúl. Diez estaban en la ciudad central de Daejong, sugiriendo que el virus se estaba expandiendo conforme se levantaban las restricciones.