La derrota ante Racing caló hondo en el plantel Xeneize, que se juramentó dejar todo en la cancha el miércoles para meterse en semifinales de la Copa Libertadores.
El bajón futbolístico de Boca, acrecentado por la derrota ante Racing por 1-0 en la ida de los cuartos de final de la Copa Libertadores es evidente. Ante esto, el entrenamiento de ayer fue clave, con una reunión entre jugadores y cuerpo técnico seguida de un cónclave en privado del plantel.
Los jugadores saben que están en deuda. El nivel demostrado tanto en el segundo partido con Inter de Porto Alegre como en el primero ante la Academia no fue el esperado y las semifinales están un poco más lejos que antes. Por este motivo, después de la última práctica de ayer y tras hablar con el cuerpo técnico, los futbolistas Xeneizes dialogaron en privado y dejaron en claro que la situación debe cambiar.
En el cónclave, el plantel se juramentó dejar todo en el duelo del miércoles en La Bombonera. Al mismo tiempo, asumieron que, para Boca, será el partido del año. Evidentemente la derrota caló hondo en el plantel y la actitud no será negociable la semana próxima.