El histórico médico de Diego aseguró que lo mejor sería que el Diez haga un tratamiento contra su adicción al alcohol porque "así es inmanejable".
Alfredo Cahe, médico de Diego Maradona durante 30 años (1977-2007), se sumó en las últimas horas al equipo del doctor Leopoldo Luque para supervisar la recuperación del Diez, quien continua internado en la Clínica Olivos, tras haber sido operado de un hematoma subdural.
En diálogo con Superfútbol, Cahe detalló cuál es la situación actual de Maradona, quien está atravesando por un "proceso de abstinencia" -según informó Luque-, y se mostró preocupado por el futuro. "Está como cuando lo llevé a Cuba", explicó.
"Ahora está bien, está sedado. Después de un postoperatorio así, el neurocirujano tomó la decisión de que tenia que estar sedado, por lo menos, todo el día de hoy. Después veremos, porque el chequeo ya se hizo, sabemos lo que tiene y cuál va a ser el futuro de Diego es la incógnita que me preocupa enormemente", dijo el histórico médico del campeón del mundo en México 1986.
Al ser consultado sobre si la adicción de Diego al alcohol merece un tratamiento inmediato, el doctor dio una contundente respuesta. "Creo que sí. Hay que ir paso a paso. Por su puesto lo que queda de la familia está de acuerdo en que así Diego es inmanejable y se va a deteriorar cada vez más. Hay que tomar el toro por las astas y ponernos firmes y buscar los mejores profesionales. Está como cuando lo llevé a Cuba", aseguró.
Cahe se refería a la situación dramática del año 2000, cuando Maradona estuvo al borde de la muerte en Punta del Este, Uruguay, tras descompensarse y ser internado en el Policlínico La Barra. Mediante análisis, luego se demostró que había clorhidrato de cocaína en la sangre y la orina, por lo que la descompensación se produjo a raíz de ese consumo y no de un exceso en las comidas, como había contado su representante de ese entonces Guillermo Coppola. 15 días después, a Diego lo llevaron a Buenos Aires y posteriormente se instaló en Cuba para rehabilitarse de las adicciones.
Y, para dejar en claro el problema, Cahe prosiguió: "El alcohol es una droga, es decir que se cambió una cosa por otra. El alcohol constituyó una de las bases importantes de la drogadicción de Diego".
Pese a estos inconvenientes, Cahe aseveró que no es fácil retener a Maradona en la Clínica. "Diego se quiere ir. En cuanto toma una lucidez total y le bajamos la medicación se quiere ir. Entre ayer y hoy lo tuvimos sedado y dormitando un poco", reveló el doctor, quien además confesó que el Diez "sigue siendo un paciente muy complicado".
En lo que respecta al futuro a corto plazo, Cahe aclaró que su deseo es "que a poco a poco se vaya limpiando y a medida que se vaya limpiando pueda pensar más en el futuro".