El colombiano fue la gran figura del Xeneize en la última fecha de la Copa Libertadores. Su mapa de calor, más de enganche que de extremo.
Edwin Cardona tuvo su primer partido como titular en Boca desde su regreso y se convirtió en la figura del encuentro ante Caracas, por Copa Libertadores, con una estadísticas que sorprenden y una posición que comienza a despejar algunas dudas: es mucho más un enganche que un extremo, el puesto que había quedado vacante tras la “sanción informal” a Sebastián Villa.
Los números de Cardona son elocuentes: jugó 87 minutos y sumó una asistencia (a Lisandro López, en el primer gol), tuvo una efectividad del 84 por ciento en los toques (53 de 63), entre los cuales hubo cinco pases claves, y le hicieron dos faltas. Pero además hubo algo difícil de traducir en datos, y fue su capacidad para clarificar el juego del equipo y también para generar riesgo en el arco rival.
"Cardona me saca presión de no buscar la pelota tan abajo, la trae mucho más y yo puedo hacer daño arriba", aseguró Carlos Tevez, autor del segundo y el tercer tanto, tras el partido. "Jugar al lado de Carlitos es algo especial, muy lindo. Cada vez que jugamos hicimos una buena sociedad", devolvió la pared el colombiano.
Otra cuestión a tener en cuenta fue el sector de la cancha que pisó Cardona. Con Villa en cancha, la banda izquierda tenía mucha más profundidad. En cambio, Edwin se paró en tres cuartos y mucho más sobre el centro del campo. Casi un enganche, su posición más natural. Y Boca se reencontró con un buen nivel después de dos partidos flojos. Ahora, entonces, la pelota la tiene Miguel Ángel Russo: ¿quién sale para que juegue Cardona?