Gallardo y Russo los consideran partidos informales y prefieren evitar polémicas o debates innecesarios en los medios y redes sociales.
Los suplentes de River jugaron contra San Lorenzo y recién comunicó el resultado una vez que terminó el partido. Boca disputará dos encuentros contra Argentinos en Ezeiza y se espera un panorama similar. Hay algo que está claro: mientras la mayoría de los clubes busca transmitir por TV o streaming sus amistosos, los dos clubes más grandes apuestan por el hermetismo y tienen sus razones.
Tanto Marcelo Gallardo como Miguel Ángel Russo consideran que se tratan de encuentros informales. En el caso del Xeneize ni siquiera se disputarán los 90 minutos, sino que serán dos partidos de 70. El objetivo es probar variantes, hacer cambios que no harían si estuvieran jugando por los puntos. Un entrenamiento y nada más que eso. Y los entrenamientos no se transmiten.
Pero además existe en ambos técnicos una apuesta por el perfil bajo en tiempo de redes sociales, polémicas y debates televisivos. Los dos saben que cualquier detalle -un gol, un error, un cambio táctico- podría abrir la puerta a críticas innecesarias. Por ejemplo, la titularidad de Franco Soldano fue puesta en discusión por los hinchas de Boca luego del partido ante Libertad: ¿qué pasaría si Russo probara una alternativa y tuviera resultados positivos, aun tratándose de un partido de suplentes en el que ni siquiera se respeta la duración del juego?
En el caso del Xeneize, todo indica que subirá imágenes y videos a sus redes sociales oficiales, tal como viene haciendo con las prácticas en tiempos de coronavirus. En River, Gallardo llevó los recaudos al extremo: contra San Lorenzo se ocupó de que ninguno de los clubes tome imágenes, algo que podría repetirse el viernes contra el Newell’s de Ignacio Scocco.