El Xeneize prestó con cargo a Jan Hurtado, Lucas Olaza y sin cargo a Iván Marcone, aunque con una obligación de compra si disputa cinco partidos con Elche.
No fue fácil el mercado de pases para los clubes del fútbol argentino. Boca, que estaba acostumbrado a gastar millones en refuerzos, debió ajustarse a la nueva normalidad del coronavirus. Gastó muy poco y también embolsó poco, aunque estas cifras podrían aumentar si se concreta la compra de Damián Batallini a Argentinos o si se ejecuta la opción obligatoria de Iván Marcone con el Elche.
El primero en irse fue Lucas Olaza. En realidad, fue una larga negociación que incluyó el final de la cesión al Celta de Vigo, el supuesto regreso a Boca y un nuevo contrato con el club gallego a cambio de 350 mil euros y con una opción de compra de 4 millones de euros, una cifra bastante accesible que iba a pagarse antes de la crisis del coronavirus.
Luego se marchó Jan Hurtado, sin demasiado lugar en Boca y con la contra de ocupar plaza de extranjero. Red Bull Bragantino, de Brasil, depositó 150 dólares por un préstamo de una temporada y acordó una opción de compra de 5.5 millones de dólares (500 mil más de lo que le pagó el Xeneize a Gimnasia en julio de 2019.
Por último, Boca acordó con Elche un préstamo con obligación de compra por Marcone. Si el mediocampista llega a disputar cinco encuentros en su nuevo club, entonces se hará efectiva la transferencia de 5 millones de dólares, un dinero que será destinado a comprarle a Guillermo Fernández al Cruz Azul de México.
De esta manera, el mercado de pases dejó en Boca un total de 350 mil euros y 150 mil dólares, pero que en el corto plazo podría sumar los 5 millones de Marcone. Además, un dato a tener en cuenta es que Independiente todavía no pagó las deudas correspondientes a Pablo Pérez y Juan Sánchez Miño, que serían de 800 mil dólares aproximadamente.
A la espera de Batallini, quien sí podría significar un gasto millonario para el Xeneize, los antecedentes de los últimos meses marcan que los refuerzos se adaptaron a los tiempos de crisis: Javier García llegó como libre después de su paso por Racing, Edwin Cardona se sumó a préstamo sin cargo y Franco Soldano, uno de los que más pidió Miguel Angel Russo, se negoció a cambio de 300 mil euros por una temporada.