Javier Mendoza, árbitro e instructor de la Confederación Argentina de Básquetbol, reveló a El Tribuno el arduo trabajo que se lleva a cabo en nuestra provincia y en el país con las escuelas de arbitrajes.
Verdadera voz de la experiencia en el arbitraje del básquetbol argentino. Entrerriano de pura cepa y permanente perfeccionista. A los 15 años fue árbitro federado y lleva más de 42 impartiendo justicia. Hoy, Javier Mendoza, con 57 años de edad, deja todo su conocimiento al servicio de las nuevas generaciones, en un deporte que no para de crecer.
¿Cómo están trabajando en pandemia?
Bien. Comenzamos con los cursos, tomando en cuenta que hay muchos árbitros y que además no hay que pararse. Llevo más de 6 meses instruyendo árbitros. ¿Tenés tantos árbitros como problemas?
Ahora con el tercer árbitro que se puso en la Liga Argentina hay muchos chicos. El problema es que realmente hay que trabajar en conjunto. No se puede ir por caminos diferentes. La dirigencia tiene que aceptar el proyecto y los demás tienen que acatar la orden de arriba. Otra dificultad que es muy manifiesta que hay “muchos quioscos abiertos”. Y esto se ha acentuado con esta pandemia. Nosotros buscamos ser cortos y concisos en cada curso por videoconferencia y así se fue mejorando un montón.
¿Cómo te va en Salta?
Lamentablemente, en Salta la conducción estaba divida y eras muy perjudicial para el básquetbol. El trabajo de investigación fue muy extenso y después varias reuniones con la CABB llegamos a la conclusión de realizar un trabajo serio, y comenzamos. Mi trabajo de mediador tiene el objetivo principal de unir los grupos de trabajo. ¿Cómo van las charlas a nivel país?
Estamos haciendo un trabajo grande. Tenemos más de un centenar de personas por cada charla, en donde hay lugares que son hasta desconocidos para mí. Con la escuela comenzamos a contactar con la gente y se armó todo. Cabe destacar que estas charlas son gratuitas. ¿Cómo sigue el armado en general?
Mirá, en Salta se practica mucho el básquetbol. Con la plataforma digital que compró la CABB a España, ahora todo los que quieran hacer cursos se van a tener que inscribir (árbitros, preparadores físicos, dirigentes, jugadores, etc.). O sea, que todos los clubes que no hacían básquetbol de manera oficial, hoy están en tratativas para poder afiliarse. ¿Qué busca la escuela?
Tratamos de profesionalizar todas las actividades, como por ejemplo charlas de la nueva interpretación de las reglas. La escuela presentó un proyecto en donde primero se buscó crear un grupo de trabajo, con árbitros con experiencia y trayectoria. Así se intenta que en todo el territorio nacional se trabaje de la misma forma y que todos los árbitros tengan los mismos conceptos. Para eso comenzamos las capacitaciones en todo el país. Fue muy importante los referentes de las provincias. En Salta comenzamos con 3 y hoy ya son 10. ¿En qué consisten los cursos?
Primero capacitamos a los instructores. Tenemos 24 escuelas en todo el país. Los primeros meses fueron todos los días actividad, entre didácticas y contenidos. También le dimos un tema para preparar y después le hacíamos un examen para disertarlos. ¿Y las chicas?
Hoy en día eso se amplió y hay más de medio millar en todo el país. También hay de otros países, como de España, Brasil o México, para darte un ejemplo. ¿Y en dónde se enfocan?
Hoy en día capacitamos en 3 x 3, que es muy diferente al de 5 x 5, porque consideramos que lo primero que comenzará a prácticarse cuando se levante la prohibición, porque hay menos contacto y se juega al aire libre. Después se comenzó con los oficiales de mesa. (Ayer comenzaron con chicos salteños que rendirán para oficiales de mesa para obtener la licencia FIBA). Después se trabaja con los árbitros de las Ligas. La idea es darle las herramientas necesarias a todos los árbitros del interior y así unificar el criterio arbitral para todos el país.
Todo un desafío.