El arrecifeño, campeón en 1954, es el único argentino en ganar la prestigiosa prueba de automovilismo.
Las 24 Horas de Le Mans, al igual que las 500 Millas de Indianápolis y el Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1, es una de las pruebas de la “triple corona” del automovilismo mundial que todo piloto desea ganar pero que hasta hoy sólo uno pudo hacerlo: el arrecifeño José Froilán González en la edición de 1954.
Froilán González se mantuvo como el único representante argentino en ganar la mítica competencia, en 1954, con una Ferrari 375 Plus que piloteó con el francés Maurice Trintignant.
Contó González que ese 13 de junio de 1954 fue un día “lluvioso y con mucha niebla” y que el equipo le pidió que condujera la Ferrari con motor V12 (5 litros) durante 17 horas de las 24 y que le pusieron a su vehículo bolsas de arena para que tuviera más agarre”.
El santafesino Carlos Reutemann corrió las 24 Horas de Le Mans en 1972 en dupla con el australiano Tim Schenken, con una Ferrari 312 PB y, tras liderar la mitad del tiempo, quedó eliminado por la rotura de una biela del motor.
El santafesino Oscar Larrauri fue el que más veces participó (nueve ocasiones), y en 1990 junto al español Jesús Pareja y el suizo Walter Brun, con un Porsche 962, logró el segundo tiempo de clasificación.
Las argentinos pioneros en Le Mans fueron de Froilán González, Roberto Mieres (dos abandonos en 1953 y 1955), Onófre Marimón (abandono en 1951 y 1953), Juan Manuel Fangio y Alejandro de Tomaso, con un décimo lugar en la edición de 1958.
El Chueco Fangio, cinco veces campeón de la Fórmula 1, participó en cuatro oportunidades (1950, 1951, 1953 y 1955) y abandonó en todas ellas. Manejó un Simca Gordini T15S, un Talbot Lago T26C-GS, un Alfa Romeo 6C 3000 CM y Mercedes Benz 300 SLR, y compartió butaca con Froilán González, Louis Rosier, Onófre Marimon y Stirling Moss.
Cuando Froilán se coronó en Le Mans, ya le había le dado una gran alegría a la escudería Ferrari, al lograr la primera consagración de la marca en la F1 con su triunfo en Silverstone, Inglaterra, en 1951.
Otro argentino que participó de las 24 Horas fue Luis Pérez Companc en 2014, junto a Marco Cioci y Mirko Venturi, con quienes arribó en la vigesimosegunda posición de la general.
Las 24 Horas de Le Mans comenzaron a gestarse en 1922 cuando la empresa Rudge Whitworth de L’Ouest destinó una inversión de 100 mil francos para la promoción de la industria automotriz.
Con esa idea madre, surgió la propuesta de celebrar una carrera de 24 horas que pusiera a prueba la mecánica de los vehículos, de tal forma que se potenciara la investigación de lo que se pudiera presentar en un auto sometido al tope de su resistencia.