El mediocampista aseguró que cumplió su sueño en llegar al Xeneize en 2010, pero que el Mundo Boca es muy exigente y no te deja disfrutarlo, aunque se extraña cuando uno se va.
Matías Giménez, mediocampista de Dock Sud, debutó en Tigre en 2003 y su buen nivel en el conjunto de Victoria llamó la atención de Boca, donde llegó en 2010 y cumplió su sueño, aunque aseguró que no se disfruta tanto estando en el Xeneize, pero se lo extraña cuando uno se va. "De chiquito siempre le decía a mis amigos en Misiones que iba a cumplir el sueño de jugar en Boca. El día que me toca firmar el contrato fue una locura. Lo disfruté y lo extraño mucho. Fui un privilegiado de compartir vestuario con grandes jugadores, aprender y disfrutar del mundo Boca, aunque se disfruta poco porque está la obligación de ganar siempre", expresó en una entrevista con Crack Deportivo. "Existe el Mundo Boca, el peso de la camiseta cambia. Es un club que te obliga a ganar siempre. Uno dice que disfruta estar en Boca, pero no sé si es tan así. Lo disfrutás cuando te vas a otro club, porque se extrañan muchas cosas que en otros clubes no tenés", añadió.
Uno de los futbolistas con los que compartió plantel en Club de la Ribera fue Juan Román Riquelme. "Verlo a Román como jugador era algo increíble, fui un privilegiado de compartir cancha con él, Palermo, Ibarra, Battaglia, Clemente. Gente que ganó mucho. Hoy están en Boca y le están dando cosas positivas para que vuelva a ser lo que fue. Sigue la amistad con el 'máquina', igual uno trata de ser respetuoso. Le mandé un mensajito para ver cómo anda, pero sé que le debe sonar el teléfono constantemente por la función que cumple hoy en Boca", contó. "Mucho asado con Riquelme, eso no podía faltar nunca. Nos contaba sus experiencias en Barcelona, Villarreal, miraba mucho fútbol, conoce a todos los jugadores. La verdad que uno se queda colgado y es un placer hablar con él", agregó.
Por otro lado, opinó que el título de Superliga obtenido por Boca "no tapa la Copa Libertadores ante River. Son cosas distintas. Yo creo que si se jugaba en cancha de River, Boca la ganaba. Fue rara la final. No le echo la culpa a ningún jugador, pero me sentí un poco triste porque para el hincha era importante, y siempre se va a recordar", deslizó.
Por último, habló de su presente en Dock Sud en medio de la pandemia por el coronavirus y sobre la actitud de Deportivo Riestra, que entrenó pese al Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio. "En nuestro caso hay chicos que salieron a trabajar. No solamente en Dock Sud, sino también en otros clubes, la están pasando mal. Pero al jugador del ascenso le cuesta mucho más. No me gusta entrar en conflicto pero no había necesidad de Riestra, una falta de respeto hacia todos, no solo al fútbol sino a toda la gente que está encerrada tratando de cumplir lo pactado, pero de su parte estuvo muy flojo. Al no haber descensos es como que no hay adrenalina cuando se vive cada partido por eso. Son cosas que no entiendo, gente que tal vez no piensa en el jugador, me parece que es una decisión nefasta",
concluyó.