Son horas definitorias para el futuro del delantero, que a los 35 está entre renovar en el Millonario o volver a Newell's. Si se va, Gallardo no contará con uno de sus soldados más confiables.
Muy probablemente ya lo haya decidido pero solamente él lo sepa. La cuarentena y el parate por la pandemia de coronavirus le dieron tiempo para pensarlo bien. Ignacio Scocco mantendrá una charla entre este martes y el viernes con Marcelo Gallardo, el técnico de River, para comunicarle si extiende su vínculo con el club (vigente hasta el 30 de junio) o vuelve a Newell's, el club que lo vio nacer y tanto lo extraña. En caso de que elija partir hacia Rosario a los 35 años, ¿qué perdería el Millonario?
GOLES DE LOS QUE NO ABUNDAN
De convertirse en realidad su adiós, en Núñez se privarían de ver acciones de esas que disparan aplausos en cantidad como la apilada ante Olimpo, la brillante jugada personal frente a Central Córdoba en el final de la última Superliga o de la superlativa producción en el recordado 8-0 sobre Jorge Wilstermann (hizo cinco).
Pero no solamente creó obras de arte. También la metió en momentos fundamentales como para liquidar la definición de la Supercopa Argentina contra Boca (2-0) y en un clásico en La Bombonera, los cuartos de la Libertadores 2018 en un momento caliente frente a Independiente (el 1-0 parcial) y dos finales de la Copa Argentina, ambas en Mendoza (2017 y 2019).
CALIDAD DIFÍCIL DE REEMPLAZAR
Más que por el sacrificio que pueden brindarle otros futbolistas como Rafael Santos Borré, por citar un ejemplo, lo que deslumbra a Gallardo de Scocco es su jerarquía, porque cada toque de pelota suyo hace suspirar al Monumental. Por algo el Muñeco -con su buen ojo característico- ya lo había querido a principios de 2016 (la Lepra pidió un millón de dólares más), pero recién lo tuvo un año más tarde.
Fuera de lo subjetivo, los números también lo avalan. En 52 partidos de liga local gritó 20 goles, en 15 de trofeos nacionales sumó nueve más y en 23 por torneos internacionales festejó otros nueve, lo que lo pone con un promedio de 0,46. Gracias a ello también se coronó cinco veces: en la histórica Libertadores, en la Supercopa, en la Recopa y por duplicado en la Copa Argentina.
En la última Superliga, sin ir más lejos, 15 de sus 19 apariciones fueron desde el banco y en dos de ellas aportó goles. Pero no solamente eso, sino que las otras cuatro veces que convirtió lo hizo dentro de formaciones alternativas del equipo de Gallardo, que cuidaba soldados para la Copa Libertadores. Cuando faltaron Borré o Matías Suárez, con Lucas Pratto lejos de su mejor nivel físico, el elegido fue Nacho. Y cumplió con creces.