La derrota contra el Ciclón en el clásico profundizó la crisis del Xeneize. Se viene una semana caliente.
Boca cerró ayer, en el Nuevo Gasómetro, una de las peores semanas de los últimos tiempos y tras la durísima eliminación en Copa Libertadores del martes, acumuló su tercera derrota en fila en la Liga Profesional.
Hoy el plantel tiene el día libre y recién mañana volverá a entrenar en el predio de Ezeiza, pero lo hará con un clima complejo tras el despedido del técnico Sebastián Battaglia y el castigo a Carlos Izquierdoz, quien fue sacado del primer equipo tras un cruce con el Consejo de Fútbol y que ayer fue bancado por Marcos Rojo, otro de los referentes, en el festejo del gol.
El escenario es delicado y podrían darse algunas reuniones para tratar de calmar los ánimos entre la dirigencia y los jugadores, en la previa del partido contra Talleres de Córdoba. Boca el sábado, otra vez con Hugo Ibarra como interino, no tiene margen de error en el torneo doméstico. Se viene una semana larga que tendrá varios por contar...