No pudo ser. Juventud Antoniana acumuló su tercer partido sin ganar como local y los hinchas estallaron. En el estadio Padre Martearena, el Santo igualó sin goles con Defensores de Belgrano de Villa Ramallo.
El conjunto dirigido por Martín Martos no tuvo una clara idea de juego, careció de peso ofensivo y de no haber sido por el arquero Gonzalo Gómez, que salvó su valla en dos ocasiones, la visita daba el golpe en el primer tiempo.
Con la impaciencia de los hinchas, el Santo intentó dejar todo en la segunda parte.
Fue con más actitud pero no le alcanzó. Los minutos pasaron y la posibilidad de volver al triunfo de local se esfumó. Reprochado por su gente ahora espera por el clásico con Central Norte.