Toda la dirigencia de la Superliga mostró el malestar por el prejuicio que puede causar la prolongación del parate a raíz de la pandemia que afecta al mundo.
Los coletazos de la crisis. Los dirigentes de los 24 clubes de la Superliga manifestaron anoche puertas adentro de la AFA su preocupación por el devenir de la interrupción de los campeonatos de fútbol y sus consecuencias económicas, ya que la discontinuidad de la competencia obviamente implica que la televisión no emitirá los partidos y por ende no se estará cumpliendo el contrato establecido entre las partes por estas “causas de fuerza mayor”.
Por eso la reunión que mantuvieron ayer los dirigentes en el predio de AFA, en Ezeiza, para el afuera mostró una novedosa unión de partes hasta pocos días enfrentadas, como por ejemplo los presidentes de la casa madre del fútbol argentino, Claudio Tapia, y de la Superliga, MARCELO TINELLI, con el titular riverplatense, Rodolfo D’onofrio.
Sin embargo, para adentro, y aunque no se trató oficialmente, los dirigentes mostraron su preocupación porque en caso de que se prolongue el parate en el fútbol debido al coronavirus se corten los ingresos por televisación.
La indefinida duración de la actividad futbolística arroja la primaria conclusión de que ante la prolongación de la misma más allá del 31 de marzo es muy probable que la televisión no realice los pagos mensuales correspondientes.
Ante ese panorama, en cada interrupción que tuvo el encuentro dirigencial de ayer los representantes de los clubes armaron pequeñas reuniones informales en las que cambiaban impresiones al respecto.