Su mejoría fue más rápida que la esperada y podría dejar el sanatorio este jueves. Ahora los médicos esperan los resultados de varios estudios que se realizaron en las últimas horas. Cuáles son los tratamientos contra las adicciones.
Santiago ‘Chano’ Moreno Charpentier recibirá el alta médica el jueves tras haber pasado más de dos semanas internado en el Sanatorio Otamendi. Hasta allí había sido trasladado con una herida de bala en la zona del abdomen, por lo que tuvo que ser operado de urgencia. El músico había sufrido un brote psicótico, producto del consumo de drogas.
Los problemas generados por el abuso de drogas se pueden tratar con eficacia si las personas afectadas tienen acceso a servicios de tratamiento y rehabilitación apropiados para atender sus necesidades de calidad, intensidad y duración suficientes. ¿Qué herramientas pueden ser de ayuda?
“El método más efectivo, hasta el momento conocido, para contener la problemática toxicómana, es el de la comunidad terapéutica con una restricción judicial, para que el paciente no pueda abandonar el tratamiento hasta que por lo menos pueda transitar su síndrome de abstinencia”, sugiere Eduardo Lavorato (M.N. 26.070), psicólogo experto en adicciones.
La comunidad terapéutica profesional se diferencia de otros tipos de internados en la aplicación de un programa de tratamiento científico, que lleva adelante un equipo compuesto por profesionales de diversas disciplinas: psicólogos, médicos, pedagogos, asistentes sociales, entre otros.; es un dispositivo de asistencia a drogadependientes en régimen interno, cuyo programa de tratamiento integral empieza y continua posteriormente en los centros ambulatorios de referencia.
“Hay una parte clínica que se debe revisar bien, pero con respecto al tema del consumo debe haber todo un proceso para evitar la recaída. Mantenerse sin consumir va a depender de varios aspectos. Uno de ellos es garantizar un ambiente seguro que favorezca el cambio”, señala a Con Bienestar Guido Bergman (M.N. 85.234), médico especialista en adicciones. “El proceso psicológico/psiquiátrico es clave para conectarse con lo saludable de no consumir, Se precisa mucha ayuda y mucho seguimiento”.
El grado de concientización del problema es importante y hay que hablarlo. El desafío es reordenar la situación en todos los ámbitos y reestructurar psicológicamente una personalidad compleja por su condición.
“Es importante destacar la voluntad del paciente porque su conciencia de realidad y de situación están afectadas como consecuencia del propio cuadro, por lo que sería contradictorio esperar que el propio paciente, en momentos muy agudos de su enfermedad, pudiera tomar decisiones adecuadas referidas a su tratamiento”, aclara Lavorato.
Los profesionales que atienden estas situaciones, para un trabajo en equipo realmente eficaz, necesitan estar al tanto del conjunto de las problemáticas, porque en realidad, todas ellas se interrelacionan en la evolución del proceso asistencial.
“Uno de los momentos de mayor riesgo del tratamiento psiquiátrico es el alta clínica. Cuando se sale de la internación hay que tomar medidas según cada paciente. Se debe evaluar qué estructura terapéutica puede funcionar a mediano y largo plazo. También hay una figura importante que son los acompañamientos terapéuticos que tienen que ser llevados a cabo con profesionales de la salud mental”, remarca Federico Pavlovsky (M.N. 105.813) psiquiatra, terapeuta de grupo, médico legista, máster en drogadependencia y psicofarmacología.
Nuevas herramientas terapéuticas
Hay una app gratuita (Vlov) que fortalece y jerarquiza el vínculo terapéutico, la comunicación entre las partes y brinda al profesional información valiosa, y en tiempo real, acerca de la evolución diaria del paciente.
Vlov, una app que busca favorecer el acceso a los tratamientos de salud mental y los consumos problemáticos. Entre sus funciones principales incluye un contador de sobriedad que permite al usuario no sólo visualizar el lapso transcurrido desde su último acto de consumo, sino también contemplar cuánto dinero lleva ahorrado por cada día de sobriedad. Allí se reflejará sus logros progresivos y las estadísticas, registrando la cantidad de reinicios y el tiempo mínimo y máximo sin consumir, entre otros.
Otra funcionalidad destacada por los terapeutas que participaron durante el proceso de creación de la app que llevó algo más de dos años es el registro de estado emocional, que alienta a los pacientes a registrar su estado de ánimo día a día, y a describir la situación que acompaña a esa emoción, un material invalorable como predictor de recaída, que podrá ser retomado luego en el espacio de psicoterapia.
El uso de la app se recomienda que sea siempre bajo la guía de un profesional. Ofrece un “protocolo de crisis” en el que acompaña al paciente a través de distintas sugerencias, que incluyen llamadas a personas cercanas, meditación y un botón de emergencia en momentos de crisis.
Mejorar la adherencia implica la posibilidad de sostener un recorrido de tratamiento que acompañe las decisiones de cada paciente respecto de su relación singular al consumo problemático de sustancias y a las determinaciones que instalaron en esa persona una vulnerabilidad respecto de las adicciones.