Consideraron que los siete son responsables de haber puesto al ídolo en una situación de desamparo y abandono.
Este miércoles el equipo de fiscales a cargo de la causa por la muerte de Diego Maradona llamaron a indagatoria a Leopoldo Luque, Agustina Cosachov y a Carlos Díaz, del equipo médico personal del Diez, por homicidio con dolo eventual como coautores. Los miembros del Ministerio Público Fiscal fijaron la misma figura para los coordinadores de la prepaga Nancy Forlini y Mariano Perroni y los enfermeros Ricardo Almirón y Dahiana Madrid.
En exclusiva accedió a la citación que explica las razones del agravamiento de la caratula. Para los fiscales los siete imputados “colocaron o colaboraron a colocar un cúmulo de factores y circunstancias notoriamente burdas, incrementando todos los aquí imputados el riesgo por fuera del margen permitido y condujeron al fatal desenlace del paciente que, de lo contrario, hubiese podido evitarse”.
“Habiéndose representado el resultado fatal ante el grave cuadro de salud que evidenciaba la víctima y que era perfectamente conocido al menos por todos los profesionales de la salud antes nombrados ejecutaron acciones contrarias al arte de la salud y omitieron realizar los actos específicos que cada uno debía desarrollar en torno a su función, agravando el cuadro de salud de Diego Armando Maradona, colocándolo en una situación de desamparo y abandono a su suerte”, indicaron los fiscales Laura Capra, Patricio Ferrari y Cosme Iribarren en el documento de 29 páginas.
Enumeran en ese sentido: “enfermedad renal crónica, enfermedad hepática preexistente -cirrosis dual-, insuficiencia cardíaca congestiva, deterioro neurológico crónico, adicción al alcohol y psicofármacos, probables enfermedades psiquiátricas sumado al cuadro de abstinencia alcohólica”.
Asimismo, detallaron que los profesionales que participaron en la Junta Médica verificaron un período de agonía de al menos 12 horas que, entre otras inconductas llevadas a cabo por las personas encargadas de su salud, provocaron el deceso”.
Los funcionarios judiciales también hicieron hincapié en la ausencia de elementos necesarios que la internación del paciente requería. Establecieron que este aspecto imposibilitó que se lograra dar una “respuesta mínima e inmediata” por parte de los médicos que concurrieron al llamado de emergencia, ante la insuficiencia respiratoria y el paro cardíaco que sufrió el Diez el 25 de noviembre de 2020.
E insistieron: “Pese a que, como tal desenlace resultaba previsible dados los inequívocos signos que presentó el paciente, se habían representado el resultado mortal, despreciando el mismo ya que continuaron con la atención deficitaria en una internación domiciliaria que no era la apropiada”.
En ese último punto, los fiscales destacan la decisión del equipo tratante, encabezado por Leopoldo Luque y Agustina Cosachov, de llevar a cabo esa modalidad “para evitar la internación del paciente en un Centro de Salud idóneo y/o bajo el cuidado de su familia”.
Lo hicieron “contrariando las indicaciones de los profesionales de la salud de la Clínica Olivos y de las buenas prácticas clínicas y médicas que debían brindar a la víctima -quien para ese entonces no estaba en condiciones de alta médica puesto que requería que se prosiguiera con su atención psíquica y clínica por su cuadro de abstinencia alcohólica”.
Estas circunstancias provocaron que Maradona fuera trasladado a la casa de Tigre el 11 de noviembre pese a no contar con los requerimientos básicos para su tratamiento. El ídolo murió 15 días más tarde.
En los 26 cuerpos que componen la causa existen certificados que avalan las acusaciones. También pesan las conversaciones de WhatsApp entre los imputados que develan cómo el entorno planeó la internación domiciliaria.