Solo en el primer día del año se desactivaron 20 celebraciones de esta clase en Mar del Plata. Refuerzan los controles en la Costa.
En medio de un rebrote de casos de COVID-19 en la Ciudad y el territorio bonaerense, el Gobierno nacional está preocupado por el crecimiento de las fiestas clandestinas en diferentes puntos del país. Entre las celebraciones por el Año Nuevo y la llegada masiva de jóvenes a la Costa Atlántica, los encuentros se multiplicaron y resultan uno de los principales focos de contagio.
Solo en el primer día del 2021 se desactivaron 20 de esta clase de festejos en Mar del Plata y las fuerzas de seguridad bonaerenses reforzaron los controles en todas las localidades de la Costa Atlántica.
Es que el crecimiento de las fiestas clandestinas en todo el país coincide con la suba de infectados. Según el último reporte del Ministerio de Salud de la Nación, en las últimas 24 horas en la Capital se registró un incremento de 616 casos en relación con una semana atrás.
En paralelo, el inicio de la temporada de verano y el traslado de una gran cantidad de turistas a las localidades balnearias generan una mayor preocupación en las autoridades.
Personal de la Municipalidad de General Pueyrredón desarticuló 20 fiestas clandestinas en Mar del Plata durante la madrugada de Año Nuevo. En pleno aumento de casos de coronavirus a nivel nacional, se constató la presencia de más de 1200 personas entre todos los eventos clausurados. También fueron secuestradas grandes cantidades de pirotecnia y más de una docena de vehículos en controles de alcoholemia.
La situación suma preocupación al Gobierno, que ya estaba mirando los números con detenimiento. El miércoles, por la contundente alza de contagios, el presidente Alberto Fernández se reunió con el gobernador Axel Kicillof y el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta. En la residencia de Olivos, exhibieron una imagen que no se repetía desde principios de noviembre. Según se supo, se analizó retomar las restricciones si los infectados en Capital y Provincia siguen en aumento.
Prevén que el encuentro se repita entre jueves y viernes de la semana próxima, cuando se analice el estado epidemiológico y posibles medidas para reducir la circulación.
Si bien no se habla todavía de una segunda ola, en la Ciudad, el área de Salud está esperando los resultados estadísticos de los próximos días para comprender el alcance del fenómeno.
“Estamos contemplando la posibilidad de que las fuerzas de seguridad disipen aglomeraciones, pero no vamos a implementar un toque de queda, tal vez sí un toque sanitario como el que se aplicó en el interior”, señaló Fernández a Radio 10 tras la reunión del miércoles en la quinta presidencial de Olivos. “Vamos a dejar pasar el fin de año y a partir de la semana que viene vamos a mirar con lupa a ver cómo resolvemos esto”, anticipó. Una de las posibilidades es limitar las actividades en horario nocturno, aunque todo es materia de análisis.