El Banco Central las obligará a anotarse en un registro para vigilar sus actividades. También a comunicar a sus clientes que el dinero guardado en apps no está garantizado como un depósito bancario. Bancos se fortalecen frente a las fintech. Soplan vientos de cambio en la regulación financiera local, que durante el Gobierno de Mauricio Macri se caracterizó por ser muy benigna con las fintech que salieron a competir por negocios que tradicionalmente habían sido de los bancos, pero con muchas menos regulaciones. El Banco Central (BCRA) publicó ayer una norma en la que fuerza a los proveedores de servicios de pago (PSP) a anotarse en un registro a partir del cual pasarán a estar bajo la supervisión de la Superintendencia de Entidades Financieras, el organismo que regula -con dureza- a los bancos.
“Las nuevas disposiciones tienen como fin brindar mayor transparencia al sistema y fortalecer la protección a los usuarios, en un contexto de una mayor inclusión financiera”, dijo el BCRA a través de un comunicado.
Algunos ejemplos de PSP PIM, Rapipago, Ualá y el servicio Mercado Pago de Mercado Libre, entre otros.
A través de la Comunicación A 6885, la entidad conducida por Miguel Pesce acercó los estándares de supervisión de los PSP a los del resto del sistema financiero. Fija que los PSP deberán solicitar la inscripción, antes del 1º de abril, en un “Registro de proveedores de servicios de pago que ofrecen cuentas de pago” y “encuadrarse en un régimen informativo y de vigilancia para monitorear su evolución”.
La norma también incluye un guiño bastante explícito a los bancos.
“Además, en su publicidad, los PSP deberán incluir una leyenda que deje claro que se limitan a ofrecer servicios de pago y que los fondos no cuentan con garantía de los depósitos que tienen las entidades financieras”, agregó el comunicado oficial.
El 9 de enero pasado el BCRA ya había dado el primer paso en contra de las fintech. Ese día, otra comunicación había obligado a las empresas del sector a colocar el dinero de las cuentas de sus clientes en cuentas a la vista en entidades financieras, un cambio que limitó las inversiones que pueden hacer con ese dinero “flotante”, como se llama a los saldos sin usar que dejan los usuarios en las billeteras digitales.
La norma de principios de enero, sin embargo, no impidió que servicios como Mercado Fondo -que permite obtener rendimientos por el dinero que se mantiene en la app, como si fuera un depósito bancario- sigan ofreciendo la posibilidad de colocar dinero en fondos comunes de inversión.
El Central “busca conocer con mayor precisión la actividad operativa y comercial de los PSP que ofrecen cuentas de pago (...) Sumado a ello y para identificar adecuadamente los roles, la nueva norma del Banco Central precisa aspectos vinculados a la definición de PSP y su separación de las figuras reguladas por la Comisión Nacional de Valores”, detalló.
En junio del año pasado, la cámara que agrupa a los bancos privados de capital nacional, ADEBA, encargó un estudio a FIEL en el que se detallaban “asimetrías regulatorias e impositivas a favor de servicios no regulados” y se proponían cambios normativos para igualar la cancha entre bancos y fintech.
La ofensiva no tuvo mayor eco en ese momento, con el BCRA conducido entonces por Guido Sandleris más preocupado en tratar de conducir la política monetaria hasta el cambio de Gobierno en el año de mayor inflación desde la convertibilidad que en regular el ecosistema fintech. La norma, además, era evitar regular actividades en las que no existiera intermediación financiera, es decir, la toma de depósitos de clientes que se utilizan para fondear préstamos. Ahora, ese criterio está abandonado en los hechos.