El Banco Central y la CNV reforzaron el cepo sobre las opciones financieras, lo que incentivó la demanda en el mercado paralelo. Opciones y riesgos de un mercado agitado a un mes de las PASO.
En cuatro domingos se harán las elecciones primarias (PASO). Serán cuatro semanas en las que el Gobierno potenciará la estrategia diseñada para llegar con el mayor aire posible a ese primer compromiso en las urnas, que tendrá su definición a mediados de noviembre.
Un mercado cambiario sin sobresaltos es uno de los pilares del combo para motorizar “buenas noticias” de la previa electoral. Comparte escenario con tarifas planchadas, un intento de que la inflación muestre desaceleración y una reactivación vía consumo, apuntado por el refuerzo de ingresos a distintos sectores de la economía (mediante bonos, reapertura de paritarias y suba del piso de Ganancias).
Pero el billete verde se despertó y, con creciente preocupación, el Gobierno adoptó hace un mes nuevas medidas restrictivas focalizadas en las opciones financieras -contado con liquidación y MEP o Bolsa- que tras un salto del dólar blue hasta los valores más altos ($185) desde octubre pasado, parecieron al menos en principio dar el resultado buscado: cuidar las reservas del Banco Central sin que la brecha entre el oficial y el paralelo supere el 90%.
Sin embargo, en los últimos días, la intervención de la autoridad monetaria para frenar los financieros implicó una sangría de dólares que, de mantenerse, hacía peligrar el plan. Así, en la noche del jueves pasado, se anunció el segundo torniquete sobre la operatoria del MEP y el CCL: la liquidación de bonos en dólares deberá hacerse en forma directa en una cuenta bancaria del titular de esos títulos y no en una cuenta de inversión o de terceros.
El freno al “rulo”, por el que se podían ganar hasta $180.000 semanales, derivó el viernes en una fuerte caída en el “contado con liqui”, que quedó debajo del dólar solidario tras semanas de moverse por encima de $170, y en un virtual feriado cambiario para las operaciones en la Bolsa local
. La vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca Bocco, salió este fin de semana a justificar la nueva restricción: “Siempre tenemos un ojo puesto en este tipo de operaciones que encubren operaciones del tipo cambiaria. Esta medida lo que hace es que si vos vas a operar con títulos, operes con cuentas a tu nombre, por eso esto también tiene que ver con los movimientos de lavado de dinero. Necesitamos saber quién es el que compra el título y quién lo recibe del otro lado”.
Con el debut de las restricciones, la demanda se corrió al mercado informal, donde el blue saltó 3,5% hasta $182 tras varios días de moverse en retroceso. La incertidumbre y el malestar entre los operadores abre la incógnita sobre qué puede pasar en las semanas que restan para las PASO, para las generales de noviembre y sobre todo luego del trámite electoral.
Varios economistas que venían alertando de los riesgos en el frente cambiario salieron en las últimas horas a considerar que el último torniquete se explica justamente por el cepo cambiario y la necesidad del Central de cuidar las reservas en un contexto con ingreso de divisas limitado -por la estacionalidad del agro- y compromisos a pagar en los próximos meses (pagos al FMI y a otros organismos internacionales).