Este jueves habrá una audiencia clave en la causa judicial que investiga lo ocurrido en el mercado de futuros a fines de 2015. Cómo funciona la operatoria.
A fines de 2015, con las elecciones presidenciales ya perdidas y la inminente llegada de Mauricio Macri a la Casa Rosada, el mercado y los agentes económicos descartaban una devaluación ya que el candidato ganador había anunciado en campaña que eliminaría el cepo al dólar. Aún con ese escenario, el Banco Central (BCRA) comandado en ese entonces por Alejandro Vanoli, vendía contratos de dólar futuro al precio oficial de aquellos días.
Cuando se concretó el cambio de Gobierno y el tipo de cambio se disparó, el Estado perdió sumas millonarias. Ese episodio es hoy investigado por la justicia y tiene entre los procesados de la causa a la actual vicepresidenta, Cristina Kirchner; al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof; y a Vanoli. Esta semana, habrá una audiencia clave para definir el sobreseimiento de la expresidenta y de quien fuera su ministro de Economía.
Qué es el dólar futuro
El dólar futuro es un producto financiero complejo, de la familia de los derivados. Se trata de un contrato a término donde las partes se comprometen a comprar o a vender un activo financiero, en una fecha fijada con anterioridad. En el caso del dólar a futuro, se venden contratos que se negocian en pesos y se pagan al tipo de cambio oficial al momento del vencimiento. El vendedor del contrato se compromete a entregar una cierta cantidad de dólares y para ello se pacta entre las partes un precio del dólar esperado para esa fecha.
Al momento del vencimiento del contrato, puede haber una diferencia de precio entre el tipo de cambio convenido y el oficial. Si el oficial está por encima de lo fijado en el contrato, el vendedor tendrá que abonar la diferencia. Si está por debajo, será el comprador quien tenga que pagar esa brecha. En rigor, esa compensación se realiza en forma diaria, en lo que se conoce como liquidación de diferencias.
Para hacer ese ajuste diario de diferencias, los mercados de futuros piden garantías a quienes operan en ellos. Esos márgenes se ajustan periódicamente y pueden constituirse con dinero en efectivo u otros activos financieros, como bonos o acciones.
Quiénes son los jugadores
En condiciones normales, los mercados de futuros son usados por importadores y exportadores, que buscan cubrirse de los movimientos del tipo de cambio para darle previsibilidad a su operatoria comercial. Las intervenciones oficiales, en tanto, se hacen para tratar de moderar las expectativas de devaluación de cara a los próximos meses sin sacrificar reservas.
Al vender contratos a un precio más bajo de lo que espera el mercado, la autoridad monetaria toma una suerte de compromiso a no devaluar bruscamente ante el mercado, ya que un salto abrupto de la cotización generaría pérdidas al organismo. En los últimos meses, el BCRA logró mantener el ritmo moderado de depreciación del dólar y ganarle la pulseada al mercado de futuros, donde se comprimieron las expectativas. Al mismo tiempo, el organismo tuvo ganancias por el cierre de contratos a un precio inferior al pactado.
Qué pasó en 2015
Cuando a fines de 2015 se produjo la devaluación brusca y el BCRA había vendido contratos con precios más bajos, debía pagar las diferencias. Si bien debía hacerlo en pesos, era un monto importante y esas pérdidas son las que investiga la Justicia.
Desde el lado del mercado más importante de futuros, MatbaRofex, tomaron medidas para contener la sangría y evitar un perjuicio mayúsculo a las cuentas públicas sin dañar completamente las ganancias de los inversores. Por ejemplo, se limitó a US$5000 millones la posición vendida del BCRA en futuros de dólar. De esta manera, contuvo el accionar de la entidad oficial, que llegó a tener una posición abierta por más del triple de esa suma.
. Luego de la mala experiencia, la gestión de Federico Sturzenegger en el BCRA se mantuvo al margen de la operatoria con futuros. En 2018, en plena corrida cambiaria, el BCRA volvió a ese mercado. Actualmente continúa vendiendo contratos de derivados, tanto en MatbaRofex como en el Mercado Abierto Electrónico (MAE), la plaza exclusiva de los bancos.