El pasado miércoles 4 de noviembre, los jueces de la Sala VII del Tribunal de Juicio, María Livia Carabajal, Paola Marocco y Francisco Mascarello absolvieron a Ángela Beatriz Saravia, de 35 años, del delito de homicidio calificado agravado por la relación de pareja preexistente por el que había llegado a juicio, por aplicación del beneficio de la duda.
Hoy dieron a conocer los fundamentos de ese veredicto. Dijeron a lo largo de su sentencia que la duda sobre los aspectos reales del caso recayeron sobre el tipo penal por el que fue acusada la mujer, y en la procedencia de la causa de justificación. En esta situación valorativa surgió en el Tribunal un estado de duda razonable en torno a que los hechos hayan sucedido en la forma y modalidad como fueran descriptos en la plataforma fáctica acusatoria.
Agregaron que “Por duda se entiende genéricamente la imposibilidad de llegar a la certeza, positiva o negativa”. Por consiguiente, habrá duda cuando coexistan motivos para afirmar y motivos para negar, pero equilibrados entre sí. Si los motivos para afirmar prevalecen, habrá probabilidad (positiva) la que si bien se acerca a la certeza positiva no alcanza en virtud de la vigencia de los motivos para negar. En cambio, si son estos los que prevalecen, habrá improbabilidad, la que se acerca a la certeza negativa, pero no llega a ella en razón de la existencia, insuperable, de algún motivo para afirmar. En estos dos últimos casos, la imposibilidad de afirmar a la certeza permitirá incluir la probabilidad y la improbabilidad en el concepto amplio de duda.
Había sido acusada del homicidio de su pareja Luis Leonardo López (28), que el 17 de diciembre de 2018, resultó apuñalado en su domicilio. El hombre fue internado en el Hospital San Bernardo, donde ingresó en código rojo con una herida de arma blanca. Falleció en ese nosocomio el 24 de febrero de 2019.