Infraccionaron por terminación de DNI a una madre que fue a buscar a su hija.
Lorena Litvak denunció a la policía de La Merced por abuso de autoridad y maltrato a niñas de entre 13 y 14 años, quienes fueron desalojados de forma brusca del complejo municipal de esta localidad mientras tomaban clases de danzas árabes.
Agrava la situación la inexplicable decisión tomada por una oficial de apellido Tolaba que dirigía el operativo, cuando la denunciante se disponía a retirar a su hija fue multada porque la terminación de su documento de identidad no coincidía con el habilitado para circular en el pueblo. A todo esto, la profesora Celeste Miranda Marengo, embarazada de 4 meses, con crisis de pánico, debió comenzar a llamar a los padres para que retiren a sus hijas en medio del operativo con alrededor de media docena de uniformados y móviles policiales. Sin embargo, las niñitas fueron sacadas por la policía del recinto de clases sin haber llamado a los padres.
“Fue abuso de autoridad contra la profesora y la mía. Hicieron todo como si las menores de edad fueran delincuentes. Al reclamar por semejante atropello una mujer policía que dirigía todo me encaró de mala manera y me dijo que me podía detener”, explicó Litvak mientras buscaba una explicación para tal operativo.
Grande fue su sorpresa cuando esta oficial, identificada a posteriori como Celeste Tolaba, intimó a la madre a mostrar su documento de identidad: “como mi terminación era par esta policía me dijo que estaba en infracción porque los números impares debían circular. A lo que le respondí que esta normativa es para ir a comprar a comercios, no para circular, y ella de mala manera llamó a otra mujer policía y la obligó a que me hiciera un acta de infracción”.
Lo peor de todo que las menores, en su mayoría, se retiraron solas, sin la compañía de sus padres, los policías obligaron a desalojar el recinto de la cancha de bochas donde se realizan las clases de danzas árabes, que están exceptuadas, como los gimnasios u otras actividades de tipo individual.
“Además de la forma violenta que efectuaron el operativo no permitieron que lo padres retiran a las chicas. Yo me acerqué a buscar a mi nena porque ella no sabe llegar a casa, el resto se fue como pudo. Esto le hice saber a la mujer policía encargada del operativo y se puso furiosa. La profesora lloraba, mi hijita encerrada en el auto y yo pidiendo que se calmen. Fue horrible. No llamaron a los padres y son menores, la policía los tiene que resguardar”.
Eran alrededor de 10 niñitas que cumplían los protocolos asegurados por su profesora, “antes de iniciar mis clases me preocupé de cumplir con todas las normas de bioseguridad que indicaba el protocolo. El día de ayer escribí personalmente al secretario de la gobernación, Matías Posadas, donde también lo confirmó. Hablé con el profesor Federico Abud, de la Secretaría de Deporte de Gobierno, quien también dio su confirmación sobre el trabajo con menores”, explicó la profesora Miranda.
“Yo responsabilizo al comisario de La Merced si a estas chicas les hubiera pasado algo en la calle, los responsables hubieran sido los padres. Pero quienes las echaron a la calle fue la policía, y de muy mala manera”.
Sí, el desalojo policial del día martes a las cinco de la tarde fue un operativo como parte de los cuidados de las normas sanitarias en procura de evitar la propagación de la COVID-19, el accionar policial estuvo a contramano. Las niñitas de entre 13 a 14 años fueron retiradas sin haber advertido a los padres. Las dejaron abandonadas sin protección y fueron violentos con una madre y la docente.
Según los testigos, la oficial Tolaba, a cargo, por cumplir la orden de poner todo en regla llegó a un nivel de desprecio de las menores y la docente con sus epítetos para desalojar a la escuela: “Vamos salgan, salgan, que acá no pueden estar”.