Daniel Liendro, un joven trabajador de Villa Los Sauces, reclama por cuatro hijos que por distintas intervenciones de la justicia local le fueron arrebatados, dos de los cuales no sabe nada desde el 2017, cuando la tenencia pasó a manos de la abuela materna. Rocío también reclama por sus dos hijos.
El caso, que encierra muchas aristas legales, parece propio de un intrincado guion cinematográfico. Daniel Liendro, quien se presentó en Nuevo Diario, reveló que en el año 2013 inició una relación sentimental con Micaela, con quien tuvo dos hijos.
Y explicó “nos fuimos a vivir en la casa de mi madre en Villa Los Sauces, donde teníamos una pieza aparte de la casa”. Dijo que se dedicaba a trabajar en un restaurante familiar en la zona centro, y que la relación luego se consolidó con la llegada de dos hijos.
Con el tiempo, sin embargo, la pareja se disolvió. “Fue en el año 2017, cuando mis hijos tenían 2 y 4 años. Mi mujer se fue y me dejó la tenencia de los chicos porque, según me afirmó, confiaba más en mí que en su propia madre”, sin que luego volviera a saber de la joven.
Con el tiempo, sin embargo, Liendro reconoció que accedió a ceder la tenencia de los dos hijos a su ex suegra, y que lo hizo por indicación de funcionarios de la Secretaría de la Niñez de la provincia, quienes le sugirieron que, de esa manera, se le iba a poder ayudar a la abuela para que tuviera un mejor lugar para sus hijos.
“Fue una tenencia unilateral me dijeron y que era porque yo no tenía el espacio físico suficiente para que los chicos estén bien. La última vez que los vi fue el 14 de julio de 2017, luego de esa fecha y hasta el día de hoy no supe más nada de ellos, prácticamente están desaparecidos”, aseguró.
Indicó que hizo de todo para volver a ver a sus hijos, pero nunca más volvió a ver a su ex suegra y desde la Secretaría de la Niñez tampoco pudieron decirle que sucedió con los chicos, por lo que responsabilizó a dicho organismo y a la asesoría de Menores e Incapaces 2 que también intervino en el caso.
Más adelante, en tanto, Liendro contó que inició otra relación con Rocío, con quien mantenía una convivencia intermitente, tanto en la casa de su familia en la zona oeste, o a veces, en su casa en Villa Los Sauces. “Ella tenía ya un hijo de 7 años de una relación previa”, aclaró. Con el tiempo, la nueva pareja tuvo un bebé que nació prematuro, el cual luego de unos meses también le fue arrebatado, esta vez por actuaciones en las que intervino el juez Civil de Personas y Familia Daniel Canavoso, a quien Daniel y Rocío apuntan como el principal responsable.
Dijo que, dado que la bebé nació con algunos problemas de salud, debía seguir en el hospital para un tratamiento y que a raíz de ello se produjo una “mala praxis” y el bebé fue infectado con una enfermedad incurable, por lo que se ordenó que pase a un hogar.
En 2020, tuvo otro hijo más que también corrió la misma suerte, pues le fue quitado y está también en un hogar. Dijo que lo acusan de hechos de violencia familiar, denuncias que se las adjudica a su ex suegra. “Yo hice todo lo que me pidieron del juzgado, talleres y tratamiento, pero no me dejan ver a mis hijos”, afirmó.