A casi 9 años del hallazgo de los cuerpos de Luján Peñalva y Yanina Nüesch, el 16 de julio de 2012, el viernes pasado la jueza de la Sala V del Tribunal de Juicio, Mónica Mukdsi, descartó la hipótesis homicida sostenida por una de las familias y ordenó archivar la causa.
Asimismo, rechazó el pedido de examen de los elementos probatorios en el laboratorio con sede en Deerfield Beach, Florida (Estados Unidos), como lo había requerido la querella, en representación de la familia Peñalva.
En su fallo, la jueza afirmó que la muerte de las jóvenes fue “voluntaria y decidida en virtud de las circunstancias de vida que venían atravesando y, en el caso particular de Luján, ante la posibilidad de un embarazo que frustre su carrera y las expectativas que existían respecto de ella”. En un fallo de 369 páginas, la magistrada realizó un detallado análisis de todas las pruebas, tanto las producidas en el inicio del caso y que llevaron al primer archivo, como las que se produjeron después de 2018, cuando ella misma ordenó la reapertura del caso. Entre algunos de los fundamentos, dijo que: “Yanina, previo a la desaparición del sábado 14 de julio, en la madrugada del 13 de julio, estuvo investigando sobre el ahorcamiento ingresando a varios lugares de Internet”, según surge de la pericia realizada el lunes 16 de julio por el Ingeniero Sergio Appendino del CIF. Afirmó que los datos surgieron “directamente de la computadora de la familia Nüesch, por lo que la inferencia de que Yanina navegó por la red para interiorizarse sobre nudos y ahorcamiento da cuenta de su estado angustiante”. Concluye así que “no hubo manipulación ni posibilidad que manipularan el CPU para que se direccionara hacia la hipótesis del suicidio”. En cuanto a las huellas en el arado, en la finca donde hallaron los cuerpos de las dos jóvenes, la jueza indicó que “quedó acreditado entonces en relación a este punto que las huellas fueron realizadas por el peón José Eriberto Flores”. “Se puso en tela de juicio la objetividad e independencia del trabajo realizado en esta causa por todos los magistrados que intervinieron, incluida la suscripta, y los representantes del Ministerio Público Fiscal, debe destacarse que no existe ningún indicio que permita inferir acerca de la existencia de presión o direccionamiento alguno en orden a la resolución de la causa”, descartó.
“Menos aún que permitan sostener la existencia de un supuesto complot encaminado a no incriminar a quien considera la querella como principal sospechoso, quien era el novio de Luján Peñalva, Ezequiel Fredes”, agregó.
En base al plexo probatorio se arriba a la conclusión de que “ninguna de las pruebas permite sostener la hipótesis homicida y, menos aún, un complot para desvirtuarla”, concluye.