Gabriel Alejandro Olivera (54) fue condenado a la pena de cuatro meses de prisión condicional por resultar autor material y penalmente responsable del delito de desobediencia judicial, en concurso real.
El imputado fue denunciado por su expareja. La mujer refirió que en septiembre y octubre de 2017 denunció a Olivera por diversos hechos de violencia. Señaló que a raíz de esto, se lo notificó acerca de la prohibición de acercamiento a la denunciante, a su domicilio y a los lugares que ella frecuente en un radio de 300 metros. También se implantó consigna policial en el domicilio de la víctima.
No obstante, el imputado fue visto rondando el domicilio de su expareja y su lugar de trabajo. En otra oportunidad, también la insultó desde dentro de su automóvil.
La jueza Carolina Sanguedolce, vocal de la Sala III del Tribunal de Juicio, le impuso a Olivera varias reglas de conducta que deberá cumplir durante dos años para conservar la prisión en suspenso: fijar residencia y someterse al Programa de inserción social y supervisión de presos y liberados; abstenerse de concurrir a lugares que frecuente la denunciante; no abusar de bebidas alcohólicas ni usar estupefacientes.