El 7 de marzo de este año, Rodrigo Rolando Guzmán (21) se encontraba cumpliendo prisión preventiva en una celda individual de la Comisaría 11 de General Güemes. Alrededor de las seis de la tarde, el cabo de guardia que se encontraba realizando tareas de limpieza en la vereda fue alertado por otros detenidos acerca de que Guzmán se había fugado de la dependencia.
Efectivamente, al revisar la celda, el cabo constató que el imputado había forzado el candado y aparentemente había logrado huir por los techos, luego de escalar la pared del fondo. Fue recapturado poco después.
Guzmán llegó a juicio imputado por el delito de evasión. En un procedimiento abreviado llevado a cabo en la Sala I, el juez Javier Francisco Aranibar lo condenó a cuatro meses de prisión condicional.
Se ordenó la libertad del acusado, sin perjuicio de lo dispuesto por otro tribunal, y se le impuso el cumplimiento de las siguientes obligaciones por el lapso de dos años: fijar domicilio y someterse al control del Programa de inserción social y supervisión de presos y liberados; adoptar oficio acorde a su capacidad; abstenerse de consumir estupefacientes y de abusar de bebidas alcohólicas. Todo ello con apercibimiento de revocarse la condicionalidad de la pena en caso de incumplimiento.