Marcos Antonio Ríos, de 47 años, fue condenado por ser autor de los delitos de abuso sexual simple agravado por el vínculo, lesiones leves agravadas por haber mantenido una relación de pareja y por mediar violencia de género, amenazas (dos hechos) en concurso real.
El juez de la Sala II del Tribunal de Juicio de Metán, Sebastián Fucho, le impuso por ello la pena de tres años de prisión de ejecución efectiva.
El hombre tiene prohibido acercarse al domicilio o donde se encontrare la víctima, y mantener como único medio de comunicación el contacto con su hija mayor.
En caso de incumplir alguna de estas reglas de conducta podría dejarse sin efecto la modalidad condicional de la pena impuesta, que sería de cumplimiento efectivo.
Finalizada la audiencia, Ríos recuperó su libertad.
Los hechos sucedieron el 21 de agosto de este año en Joaquín V. González.