Hallaron sus restos en cercanías del río Wierna. Las piezas odontológicas fueron clave para la identificación.
El misterio por la desaparición del chico trans que buscaban hace cuatro años llegó a su fin de una manera trágica.
Los fiscales de Salta a cargo de la investigación confirmaron que los restos hallados este jueves en cercanías del río La Caldera pertenecen al joven Santiago Cancinos. Ante la consulta por la identidad de género, los fiscales señalaron que se menciona al adolescente de acuerdo al nombre legal al momento de la desaparición, sin desconocer la vigencia de la Ley de Identidad de Género, en relación a su autopercepción.
En conferencia de prensa, personal del Ministerio Público Fiscal, informó que las piezas odontológicas fueron clave para su identificación. “El hallazgo fue casual. Los restos óseos los encontró un trabajador que estaba realizando tareas de desmalezamiento”, dijo a el fiscal Jorge López Soto a cargo de la investigación.
Además, se espera que el resultado de los análisis antropológicos puedan determinar la causa de la muerte. “Lamentablemente el paso del tiempo conspira contra algunas pruebas, por eso los científicos son los que nos van a decir la verdad de la causal de la muerte”, agregó.
Junto a los restos, encontraron ropa, zapatillas y una mochila que fueron identificados por los padres de la adolescente. Todo fue descubierto en cercanías al río Wierna, un lugar de difícil acceso y distante unos 10 kilómetros del Parque del Bicentenario donde fue captada por última vez por las cámaras de seguridad del lugar.
Con respecto a este tema, López Soto dijo que tiene conocimiento de que el chico integraba un grupo de boy scouts por lo que se supone que “tenía conocimientos de supervivencia”. También aclaró que entre los elementos secuestrados hay una soga “pero no puedo indicar ninguna hipótesis con respecto a su muerte”.
La desaparición de Santiago
Santiago Cancinos que en ese momento tenía 14 años, salió de su casa el 16 de mayo de 2017. Su última imagen fue caminando a las 16:34 de ese día por el Parque Bicentenario de Salta. Dijo que iba a clases de inglés y gimnasia, pero nunca llegó.
Cuando lo vieron por última vez, llevaba puesto un equipo deportivo azul con rayas blancas a los costados según contó la familia. Una vez que hicieron la denuncia, la policía revisó las cámaras de seguridad del lugar y descubrió que vestía otra ropa. Además, estuvo 12 minutos en el parque y salió. Allí le perdieron el rastro.
Según contó su mamá no tenía ni la tarjeta de colectivo ni su celular encima: “En este tiempo no se contactó ni con la familia, ni con sus amigos, ni por redes sociales”. Con el correr de los días sin tener noticias, el Ministerio de Seguridad ofreció una recompensa de $500.000 para quien aportara datos, pero hasta el momento nadie brindó información.
Al cumplirse cuatro años de la desaparición, su padre dejó a medios locales un pequeño pero emotivo mensaje: “En algún momento podrá Santiago o Gala, como se defina, ver en las noticias y poder saber que la espero con toda ansia y toda la familia está con la expectativa y mucha gente de la ciudad y de afuera, realmente es mucha la gente que necesita saber”.
A lo largo de este tiempo, sus allegados también le dejaron varios mensajes haciéndole saber que no abandonaron su búsqueda.