La recién creada Ruta Natural Argentina invita a recorrer el país a partir de 17 circuitos que abarcan todas las regiones del país, llevan a descubrir y disfrutar de la gran variedad de opciones y el patrimonio turístico que tenemos los argentinos.
Este programa que ya fue oficializado en el Boletín Oficial, se crea con el objetivo de fomentar el turismo de naturaleza en la Argentina "mejorando la experiencia de los viajeros, consolidando al país como destino de naturaleza de clase mundial y contribuyendo al desarrollo sostenible y sustentable de territorios y comunidades a partir de sus valores naturales".
Mediante mapas, guías, calendarios y climogramas se busca potenciar destinos emergentes, aumentar la permanencia y consumo local y colaborar en el desarrollo de territorios y comunidades a partir de sus valores naturales.
Las 17 rutas territoriales
Selvas, bosques, desiertos, glaciares, montañas, humedales, pastizales, ecosistemas marinos y polares conforman paisajes imponentes y son el escenario donde transcurren espectáculos naturales.
Se organizan a partir de la identidad natural, ambiental o geográfica de cada región. Entre ellas se encuentra la Ruta de la Puna (Salta, Jujuy y Catamarca).
Estas son las 17 grandes rutas territoriales que se organizan a partir de la identidad natural, ambiental o geográfica de cada región.
Ruta de la Selva Misionera: tiene a las Cataratas del Iguazú como principal destino y cuenta con muchos otros recorridos y atractivos espectaculares menos conocidos, ideales para los viajeros interesados en vivir experiencias únicas en contacto con la naturaleza.
Ruta del Delta (Buenos Aires, Entre Ríos y Santa Fe): muy cerca de Buenos Aires, Rosario, San Pedro, San Nicolás, Zárate y otras grandes ciudades, el delta del Paraná invita a reconectar con la naturaleza. Ideal para ir a pasar el día, hacer una escapada o disfrutar más días realizando deportes náuticos, descansando y visitando reservas naturales y Parques Nacionales como Ciervo de los Pantanos y Predelta.
Ruta del Iberá (Corrientes, foto arriba): invita a descubrir los increíbles Esteros del Iberá, sitio imperdible para ecoturismo, observación de fauna y descanso en ambientes 100 %, ideal para vivir encuentros cercanos con animales (ciervo de los pantanos, corzuela, yacaré, carpincho, mono carayá) y un gran número de aves. La experiencia se enriquece con la cultura, tradiciones y gastronomía locales.
Ruta de los Valles, Quebradas y Yungas (Salta, Jujuy, Tucumán y Catamarca): una región de contrastes, gran biodiversidad y riqueza cultural ancestral. Una geografía cambiante donde se mezclan naturaleza, aventura, tradición y gastronomía. Paisajes espectaculares, carreteras escénicas, senderos, alojamientos de todo tipo, áreas naturales protegidas no tan conocidas como los parques nacionales Los Cardones (Salta), Calilegua (Jujuy) y Aconquija (Tucumán), otros más agrestes como Baritú y El Rey (Salta), así como numerosas reservas que invitan a combinar trekking, cicloturismo, safaris fotográficos, turismo astronómico, turismo aventura, observación de aves y fauna en general con gastronomía, bodegas, cultura e historia.
Ruta del Gran Chaco (Chaco, Formosa, Santiago del Estero, Santa Fe, Tucuman y Salta): aquí se pueden vivir experiencias únicas en la naturaleza subtropical del Gran Chaco, sobre todo para quienes busquen aventuras, lugares agrestes, encuentros con fauna silvestre y amantes de la observación de aves. Los imperdibles de esta ruta son: el Bañado La Estrella, Reserva Natural Formosa, PN Chaco, Parques Provinciales Loro Hablador, Pampa del Indio y Campo del Cielo (un lugar único para ver meteoritos), a futuro el PN El Impenetrable (Chaco) y PN Copo (Santiago del Estero), PN El Rey (Salta).
Ruta del Litoral y los Grandes Ríos (Entre Ríos, Corrientes, Formosa, Chaco y Santa Fe): enmarcado por el Paraná, el Uruguay, el Gualeguay, el Paraguay y muchos otros ríos y arroyos, el litoral es uno de los principales destinos de verano e invita a descansar en sus playas y bancos de arena, disfrutar de los balnearios, practicar deportes y actividades náuticas, hacer ecoturismo en el Parque Nacional El Palmar (Entre Ríos) o en sus numerosas reservas naturales como Jaaukaingás (Santa Fe), Isla del Cerrito (Chaco) o Laguna Oca (Formosa), donde se puede observar aves y fauna en general, hacer safaris fotográficos, practicar cicloturismo, turismo rural o simplemente descansar al abrazo de los grandes ríos.
Ruta de la Puna (Salta, Jujuy y Catamarca): para intrépidos y aventureros, que requiere de guías experimentados y cierta preparación física, equipamiento y transporte, pero que invita a descubrir algunos de los paisajes más espectaculares de Sudamérica. Como el monumento Natural Laguna de los Pozuelos, las Salinas Grandes en Jujuy, formaciones inesperadas como el Cono de Arita, el Desierto del Diablo (Tolar Grande), Salares de Arizaro y Pocitos en Salta, y del Hombre Muerto, salar de Antofalla o el magnífico Campo de Piedra Pómez en Catamarca. Ruta de la Llanuras y la Costa Atlántica (Buenos Aires y La Pampa): conecta los atractivos naturales de la región pampeana y de la costa, que se complementan con el turismo rural, observación de aves, cabalgatas, pesca y la oferta de destinos habituales de sol y playa. Incluye circuitos y experiencias que van de las sierras bonaerenses o el caldenal en La Pampa, hasta los médanos y acantilados agrestes sobre el mar y las lagunas bonaerenses.
Ruta de la Patagonia Andina (Neuquén, Río Negro, Chubut): el bosque andino patagónico ofrece infinitos senderos para recorrer y nuevos lugares por descubrir. Ríos y lagos turquesas, cascadas escondidas, montañas nevadas y glaciares, forman parte del paisaje que protegen distintos parques nacionales, entre especies emblemáticas como pehuenes, arrayanes y alerces milenarios. La Ruta 40 articula recorridos que atraviesan las tres provincias y al menos cinco parques nacionales. Variada oferta de alojamientos, desde campings públicos a glampings, hosterías y resorts de lujo.
Ruta de los Desiertos y Volcanes (Neuquén, La Pampa, Mendoza, San Juan, La Rioja y Catamarca): recorre los paisajes más llamativos en formas, colores y relieves del país. Incluye parques nacionales, un patrimonio mundial y la Ruta 40, con escenarios que parecen salidos de una película. Entre los imperdibles están el Parque Nacional Talampaya (La Rioja) y el Parque Provincial Ischigualasto (San Juan, con restos arqueológicos y paleontológicos). Ruta de la Estepa (La Pampa, Río Negro, Neuquén, Chubut y Santa Cruz): la inmensa meseta patagónica fue testigo de gigantes dinosaurios y hoy es el reino del viento, donde los guanacos corren libres entre una vegetación achaparrada y ríos que se abren paso hasta llegar al mar. Esta ruta invita a conectar el litoral atlántico con los Andes y llegar a ellos para ver una majestuosa puesta de sol.
Ruta de los Altos Andes (Mendoza, San Juan, La Rioja, Catamarca y Salta): para distintos segmentos de demanda, según los circuitos y experiencias: Uno destinado a escaladores y andinistas profesionales. Otro para un público amplio, ávido de vivir aventuras, cabalgatas y trekkings de baja o mediana exigencia, a través de paisajes y lugares imponentes, a lo largo de la Cordillera de los Andes. Se complementa con las rutas del vino, termas naturales y ciudades oasis. En algunos casos, oferta de deportes o esquí.
Ruta de la Patagonia Austral (Santa Cruz): tierra de glaciares, campos de hielo y cumbres que desafían a intrépidos escaladores. Los Andes salpicados por lagos de aguas verdosas se encuentran con la estepa patagónica y cañadones que esconden vestigios de nuestros antecesores. Aquí están el Parque Nacional Los Glaciares, el Patagonia, el Perito Moreno, las Cueva de las Manos y el Monte Fitz Roy en El Chaltén, capital nacional del trekking. Ruta del Fin del Mundo (Tierra del Fuego e Islas del Atlántico Sur): más allá de Ushuaia, esta propuesta invita a recorrer toda la isla grande de la Tierra del Fuego para disfrutar de sus increíbles atractivos naturales. Desde el norte, siguiendo el escénico recorrido de la RN 3, se puede visitar la estepa, cruzar la Cordillera de los Andes y alcanzar el mítico Canal Beagle. Además del Parque Nacional Tierra del Fuego, es posible visitar reservas provinciales como Costa Atlántica y Corazón de la Isla, navegar por el canal practicar buceo, kayak, mountain bike, recorrer senderos de corto y largo recorrido, hacer montañismo, esquí, snowboard, cabalgatas y visitar estancias y pueblos tradicionales que se destacan por su gastronomía, como Puerto Almanza.
Ruta de las Sierras Centrales (San Luis y Córdoba): más allá de las ciudades turísticas enclavadas en las sierras y de los balnearios más tradicionales, invita a conocer la naturaleza a través de las áreas naturales protegidas, parques nacionales y circuitos que deslumbran con su belleza y paisajes silvestres. Como el de sierras grandes y sierras chicas, valles de Traslasierra, Punilla, Paravachasca, Calamuchita, laguna de Mar Chiquita (o Mar de Ansenuza) en el noreste cordobés. PN Quebrada del Condorito (Córdoba). PN Sierra de las Quijadas, norte puntano, costa de los comechingones (incluyendo Villa de Merlo) en San Luis.
Ruta del Mar Patagónico (Río Negro, Chubut y Santa Cruz): el horizonte se hace infinito entre el mar y la estepa y se extiende por más de 1.000 km a ambos lados de la RN 3. Atraviesa penínsulas, golfos y bahías visitadas por ballenas, delfines y toninas, lobos marinos y pingüinos, entre un gran número de aves playeras. Las actividades para realizar aquí son múltiples, como la observación de fauna terrestre y marina, navegación con avistaje de ballenas, toninas y delfines, visita a colonias de pingüinos magallánicos y penacho amarillo, lobos y elefantes marinos, observación de aves. Otras actividades acuáticas como kayak, snorkel con lobos marinos o buceo en el Parque Subacuático.
Ruta del Continente Blanco (Antártida): comienza en Tierra del Fuego, el territorio más cercano a la Antártida, y que se abre hacia un destino casi inexplorado.