El festejo del Día de Muertos y de Halloween se ha vuelto icónica en varias partes del mundo y a menudo suelen confundirse ambas fechas. Pero las dos tienen costumbres, creencias y rituales diferentes. ¿Cuál vamos a celebrar los latinos?
El Día de Muertos tiene su origen en la época prehispánica. Las culturas antiguas como los aztecas, los mayas y los toltecas ya lo celebraban, pero la fecha era entre julio y agosto, y la celebración duraba todo un mes.
Con la llegada de los españoles, la colonización y la imposición del cristianismo, la fecha se recorrió a principios de noviembre para que coincidiera con el día de Todos los Santos, que era la celebración que los españoles le hacían a sus difuntos. Es así que en México se celebra el 2 de noviembre.
Halloween, también conocido como Noche de brujas o Noche de Víspera de Todos los Muertos es una una celebración pagana estadounidense resultado de una festividad celta llamada “Samhain”, que marcaba el final de la temporada de cosecha y el inicio del invierno. Se creía que durante esa noche se abrían las puertas del “otro mundo” y las almas de los muertos podían pasar al mundo de los vivos.
La palabra “Halloween” deriva de la contracción del escocés “All Hallowsʼ Eve”, que en español significa “Víspera de Todos los Muertos”. Desde su llegada a Estados Unidos, en 1840, se celebra el 31 de octubre de cada año en Estados Unidos, Irlanda y Canadá.
En el Día de Muertos se trata de homenajear a los seres queridos difuntos, es por esto que se ponen altares u ofrendas. Algo que no puede faltar son las flores de cempasúchil, que debido a su color y olor tan llamativos, se tiene la creencia de que ayudan al alma de la persona a encontrar su hogar. Las veladoras también se colocan en la ofrenda y sirven para guiar el camino de los muertos. Poner comida y bebidas que la persona disfrutaba en vida es algo esencial, porque se les quiere dar un festín la noche que regresan. Papel picado y decoraciones coloridas es algo que no puede faltar.
En cambio, en Halloween se cree que los espíritus regresan en forma maligna y su propósito es asustar a los vivos. Es por esto que las personas decoran sus casas y se ponen disfraces que provoquen miedo, con el objetivo de alejar a las ánimas. Los colores más usados son morado, negro y naranja. Otra característica es que los niños acostumbran pedir dulces con la frase típica: “Dulce o Truco” (Trick or Treat).
En México la imagen representativa por excelencia es La Catrina, que es una calavera pero con ropa y maquillaje de colores. Fue creada por José Guadalupe Posada y bautizada por Diego Rivera. Representaba a los mexicanos que pretendían ser europeos y renegaban su propia raza, herencia y cultura.