Después de las protestas del domingo hubo 2138 personas detenidas, entre ellas 243 niños, niñas y adolescentes y 407 mujeres. Nueve de ellas fueron desnudadas en actos policiales.
Primero fueron los golpes, las humillaciones y las amenazas, pero en las últimas horas las torturas y violaciones de mujeres en Chile se convirtieron en una realidad. El estado de excepción que implementó el gobierno de Sebastián Piñera trajo las prácticas de la dictadura, también respecto a las desapariciones. Muchas de las mujeres que han sido detenidas hasta el momento se encuentran desaparecidas. Además, las apresadas en Santiago de Chile fueron desnudadas delante del personal masculino, manoseadas en sus genitales y “les han metido la punta del fusil en la vagina mientras las amenazaban con violarlas y asesinarlas”, tal como surge de los testimonios recogidos por compañeras de detención.
La Comisión de Derechos Humanos de la OEA (CIDH) expresó su preocupación por denuncias hechas al Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) sobre violencia sexual, desnudamientos forzados y torturas en el contexto de las detenciones de manifestantes. "Chile debe investigar y sancionar estos hechos con diligencia, así como la actuación policial y militar en las que se habría hecho uso desproporcionado de la fuerza contra civiles. El uso de la fuerza debe regirse por los principios de legalidad, necesidad y proporcionalidad", expresó la CIDH.
Según las cifras del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) tras las jornadas de protestas del domingo hubo 2138 personas detenidas, entre ellas 243 niños, niñas y adolescentes y 407 mujeres. Nueve de ellas fueron desnudadas en procedimientos policiales, en hechos sucedidos entre las comunas de Santiago, Maipú, Iquique, Antofagasta, Coquimbo, Valparaíso, Talca, Concepción, Valdivia, Temuco, Puerto Montt y Punta Arenas. La mayoría acusó uso desmedido de la fuerza al momento de la detención, además de detenciones a niños y niñas, malos tratos, golpes en rostros y muslos, torturas y vejaciones sexuales, entre otras vulneraciones.
La abogada de Red Chilena Contra la Violencia hacia las mujeres Silvana del Valle explicó a El Desconcierto que "la violencia político-sexual ha sido un continuo en nuestro país y en toda la región durante las últimas décadas, dado que los aparatos policiales han sido educados para ser dispositivos patriarcales. Esto resuena durante la dictadura en Chile y en el periodo post dictatorial como una característica muy marcada de las policías".
En tanto, un grupo transversal de académicos de distintas ideologías exigieron a las autoridades poner fin al toque de queda y al Estado de Emergencia ante las lesiones y muertes propinadas por uniformados, además de pedir que los abogados garanticen el respeto de los derechos de los ciudadanos. Según informó La Tercera, 206 académicos, decanas y decanos, de las principales escuelas de derecho del país firmaron una carta titulada “ante la grave crisis política y social que vive Chile y las violaciones a los derechos humanos que se han producido”. El encabezado de la misiva dice: “Como profesoras y profesores de derecho de diversas facultades del país y de diversas posturas políticas no podemos guardar silencio ante la situación actual que vive nuestro país”. Acto seguido sostienen que condenan "las graves violaciones a los derechos humanos que se han constatado en diversos lugares del país. Hemos tenido noticia de hechos gravísimos que, con el transcurrir de los días, muestran patrones comunes".
Hacen un llamado también a los abogados y abogadas de todo el país a que informen a la ciudadanía sobre sus derechos y los medios para ejercerlos, y que asuman la representación gratuita y oportuna de quienes vean vulnerados sus derechos. “Señalamos que desde ya nos comprometemos a que ningún acto constitutivo de una violación a los derechos humanos quede impune", concluyeron.
Infiltrados a la orden
Los desmanes producidos por infiltrados carabineros incluyen también la quema y los saqueos de los supermercados. Varias de las denuncias de montajes por parte de Carabineros se han hecho virales, con imágenes que las respaldan, como en un video en el que se ven efectivos policiales bajándose de un auto de civil a iniciar un incendio en una sucursal del Banco de Crédito e Inversiones (BCI).
“Igual que en la dictadura, hay madres desesperadas que buscan a sus hijos y a sus hijas por los tribunales de justicia. Hay varios menores de edad”, relató Patricia, una psicóloga entrevistada por Ancap. Patricia cuenta que el Chile de Piñera se está secuestrando gente, que están siendo trasladados en camiones y que muchos de sus familiares desconocen su paradero. Ya circulan imágenes de incendios en donde se pueden ver cadáveres, a los que cerco mediático quiere hacer pasar por saqueadores, “hemos visto videos de cómo tiran los cuerpos. Todos creemos que son las victimas que están tirando en los incendios para borrar cualquier rastro”.
El Instituto Nacional de Derechos Humanos de Chile intentó ingresar ayer a la posta central de Santiago, uno de los lugares más grandes que existen de referencia de salud pública y se encontraron con que la puerta estaba cerrada con cadenas, impidiendo su ingreso. “No sabemos qué está pasando pero está empezando a parar el sistema de salud. También están parando los portuarios. Estamos como en guerra” agrega Patricia en un sentido opuesto a la frase del presidente chileno. La crónica de Ancap (Agencia de Noticias de Comunicación Alternativa) quienes vivieron la dictadura pinochetista tienen temor de salir a la calle, pero sus hijos y nietos lo hacen por ellos. "En la Comuna de San Bernardo, ubicada al Sur de Santiago, ingresaron a las escuelas y secuestraron a niñas y adolescentes. Desde los centros de salud están constatando lesiones por violación sobre muchas de ellas", reveló ese medio.
En primera persona
El pasado sábado Pamela Maldonado, de 31 años, estaba junto a su padre y algunos vecinos en medio del caceroleo, a pocos metros de su departamento en la comuna de Santiago. De pronto una turba de fuerzas especiales rodeó a su padre. Eran más de diez, lo acorralaron en un círculo y empezaron a patearlo, describió
-Les pedí que por favor pararan, porque mi papá es diabético; tiene sesenta años y lo podían matar, pero me empujaron con los escudos y no pude alcanzarlo -recuerda. A Pamela, entre codazos, la azotaron contra una pared, mientras no podía ver qué pasaba adentro del carro policial. Ella les gritó que dónde se llevaban a su padre y le contestaron que a la Tercera Comisaría de Santiago. Recuerda que un carabinero de apellido Gallardo -que se logra ver en unos de los videos que grabó- le enterró el puño en la espalda y también la metió al furgón.
Adentro vio como su padre estaba con la nariz ensangrentada. Apenas podía respirar. Pamela quedó en shock. También pudo ver a otros detenidos, golpeados, en muy malas condiciones. Un segundo policía le puso esposas a su padre y las apretó de manera intencional. Rumbo a la comisaría un carabinero comenzó a provocar a los detenidos, gritando contra los mapuches, “que odiaba a los comunistas” e incluso amenazó a Pamela con agredirla sexualmente.
– ¡A ver si te gusta por el culo! –le dijo para asustarla.
A esas alturas ella no podía creer los que estaba pasando, solo abrazó a su padre para que no volvieran a golpearlo.
-Después subieron a un tipo ensangrentado que gritaba por el dolor de riñones, en la constatación de lesiones supimos que era VIH positivo. En un momento pedí que me dejaran limpiarle la cara a mi papá con una botella de agua, ellos lo hicieron, pero lo ahogaban con la mezcla de agua y sangre. Era una tortura -recuerda nerviosa. Después de pasar por el consultorio para la constatación de lesiones, los llevaron hasta la Tercera Comisaría de Santiago.
Una vez en la celda vio cómo carabineros traía a un fotógrafo, ya lo habían herido, pero lo volvieron a golpear y solo se detuvieron por la intervención de un abogado del INDH. Los encerraron en celdas improvisadas, les negaron las frazadas, pasaron frío, y debieron soportar burlas de los mismos carabineros al reclamar por los baños inundados y llenos de heces. A las 12:30 de la noche los soltaron. Con la poca ropa que les quedaba caminaron desde la calle San Martín hasta su hogar. Es de no creer, y lo que sigue será una demanda. No podemos permitir que esto siga pasando, lo que nos hicieron es completamente ilegal -dice Pamela antes de terminar la entrevista con ese medio chileno.