Las encuestas muestran a un favorito en los principales estados, pero analistas toman con cautela los datos tras la experiencia de 2016.
Trump vs. Biden: quién será el próximo presidente de Estados Unidos según encuestas A dos días de las elecciones en los Estados Unidos, Joe Biden lidera con mucha claridad las proyecciones de intención de voto.
El 52% de las personas que irían a votar —o que ya lo hicieron de forma anticipada— dice que lo hará por el ex vicepresidente, frente a un 43% que se inclina por Trump, según el promedio de las principales encuestas que realiza el sitio especializado FiveThirtyEight.
LE PUEDE INTERESAR Salud, educación, inmigración y ambiente: los temas que diferencian a Trump y Biden Ante el temor de un colapso sanitario, Alemania inicia un nuevo confinamiento La ventaja, de nueve puntos, es más del doble de la que tenía Clinton sobre el actual mandatario en 2016 (45,5% a 41,7%).
Pero este dato dice poco acerca de cómo está realmente la carrera presidencial, porque se pueden sacar más votos y perder las elecciones, como le pasó a la ex secretaria de Estado.
En el voto popular se impuso por 48,2% a 46,1%, pero en el Colegio Electoral perdió por 304 a 227. Es que los estadounidenses no votan directamente por candidatos a presidente —aunque estos encabecen las boletas—, sino por electores, personas designadas por cada partido en los 50 estados del país y en Washington DC para representar su voluntad.
Eso significa que no hay una elección en los Estados Unidos, sino 51. El que gana en cada jurisdicción se queda con la totalidad de los electores que le corresponden, de forma vagamente proporcional a su población.
El estado que más votos electorales aporta es California, con 55, y los más chicos otorgan tres. Para ser declarado presidente es necesario obtener una mayoría de al menos 270 de los 538 electores del Colegio.
Por eso, en lugar de ver las encuestas nacionales, hay que observar las de los estados.
Un repaso revela que Biden lidera cómodamente en 20 y en la capital del país. En 18, por más de 10 puntos de diferencia, y en los tres restantes por entre cinco y diez puntos. Entre los 21, suman 233 electores, solo 37 menos de los que necesita para ganar la elección.
En peores condiciones está Trump. Aunque está al frente con cierta holgura en 20 estados —en 14 por más de 10 puntos y en seis por entre cinco y diez—, son casi todos poco poblados y suman solo 126 electores, 144 menos de los que requiere para ser reelecto.
El resultado de los comicios depende de cómo se repartan los diez estados restantes, en los que las diferencias en la intención de voto son inferiores a cinco puntos, o están entre cinco y diez, pero se trata de distritos en los que las encuestas tuvieron un margen de error demasiado grande en 2016. Entre los diez suman 179 electores y son la clave para ganar la elección.
Las encuestas están en la mira desde hace cuatro años en todo el mundo. La victoria del Brexit en el Reino Unido y, pocos meses después, el triunfo de Donald Trump ante Hillary Clinton, fueron letales para su credibilidad ante los ojos del público.
Es verdad que son dos elecciones completamente diferentes, pero en ambas, el consenso de los encuestadores pronosticaba resultados opuestos, que coincidían con lo que esperaba la mayoría de los comentaristas y de los medios.
Que se haya producido lo contrario los dejó muy expuestos.
Los comicios presidenciales de este martes en los Estados Unidos son una oportunidad para las consultoras de opinión pública. Un acierto podría ser una rehabilitación. Pero otro pronóstico errado podría ser demoledor.