El atacante de 32 años había migrado de Sri Lanka al país de Oceanía hace una década. Los primeros informes lo vinculan al Estado Islámico.
La Policía de Nueva Zelanda abatió a tiros al autor de un ataque terrorista en un supermercado de la ciudad de Auckland, donde había herido a seis personas con un arma blanca, según informó la primera ministra del país, Jacinda Ardern.
“Esta tarde a eso de las 2.40 de la tarde (hora local) un extremista violento perpetró un ataque terrorista contra neozelandeses inocentes”, dijo en una rueda de prensa en Wellington Ardern. La funcionaria recalcó que el “extremista” era conocido por las autoridades de su país desde 2016.
La mandataria neozelandesa también informó que la motivación del presunto terrorista, un hombre de 32 años que migró de Sri Lanka a Nueva Zelanda hace una década respondía a una “violenta ideología” y que estuvo “inspirado en el Estado Islámico”.
“¡Tiene un cuchillo!”, exclamó una mujer antes de que suenen los disparos policiales en las imágenes que grabaron testigos del ataque en un supermercado del oeste de Auckland, con escenas caóticas de gente corriendo por el pánico y la confusión.
“Había caos, una mujer salió y tenía el brazo acuchillado. Iba a ayudar porque escuché que había un cuchillo, iba a ayudar haciendo algo, como tirar una botella”, relató un testigo del incidente que terminó con la muerte del agresor, un minuto después de que llegara la Policía.
Este atentado dejó a seis clientes del supermercado heridos, tres de ellos en estado crítico y uno grave, aparentemente todos ellos por heridas con arma blanca.
Ardern, conocida por su cruzada contra los mensajes de odio, recalcó que este “abominable” ataque fue perpetrado “por un individuo, no por una fe, no por una cultura, no por una etnia, sino por una persona que se dejó llevar por una ideología que no es apoyada aquí ni por ninguna comunidad”.
“Persona de interés”
El comisionado de la Policía de Nueva Zelanda, Andrew Coster, explicó en la rueda de prensa que el presunto yihadista, que actuó solo, se encontraba bajo constante vigilancia policial debido a que se convirtió en una persona de interés para la seguridad nacional desde hace cinco años.
Coster indicó que el agresor, quien al parecer tomó el cuchillo en el propio supermercado, fue abatido a disparos unos 60 segundos después de la intervención de dos agentes de operaciones tácticas.
“El personal actuó tan pronto como pudo y evitó que más personas salieran heridas en este situación aterradora”, recalcó Coster, al admitir que la situación se presta a cuestionar si la Policía “pudo hacer más o actuar con más rapidez”.
Las autoridades neozelandesas subieron la guardia tras el ataque supremacista de marzo de 2019 por el australiano Brenton Tarrant contra dos mezquitas en la ciudad de Christchurch, que dejó 51 muertos y sorprendió a las autoridades y a la población de Nueva Zelanda, un país con una relativa tasa baja de criminalidad.
Tarrant fue condenado en agosto de 2020 a cadena perpetua sin derecho a fianza por 51 cargos de asesinato, 40 de intento de asesinato y uno por terrorismo.
Un informe anual del servicio neozelandés de inteligencia del año pasado, citado por el New Zealand Herald, indicó que en ese año se investigaron entre 30 y 50 personas por sospechas de violencia extremistas y alertó que los potenciales ataques serían perpetrados por lobos solitarios en Nueva Zelanda.