El Xeneize comienza la semana en la que jugará sus dos amistosos de pretemporada. Además, aguarda a Pol Fernández y algún otro refuerzo. Lo evaluarán a Wanchope para saber si puede trabajar con normalidad.
El plantel de Boca volvió al trabajo, luego de haber tenido libre desde el sábado al mediodía, para encarar una semana que tendrá los dos partidos amistosos de pretemporada. El equipo de Miguel Ángel Russo entra en una etapa decisiva de cara a la reanudación de la Superliga.
Mientras espera por la llegada de Guillermo Fernández y algún otro refuerzo que todavía no trascendió, el técnico mostrará por primera vez sus cartas en la cancha. La idea sería presentar dos equipos diferentes y mezclados, aunque se podrá empezar a sacar conclusiones sobre el esquema y las intenciones.
La delegación viajará el miércoles a San Juan, donde un día más tarde desde las 22 enfrentará a Universitario (Perú). A pesar de que la idea inicial era permanecer allí, regresarán a Buenos Aires y el sábado volverán para el encuentro del domingo a la misma hora ante Athletico Paranaense (Brasil).
Ya sin Kevin Mac Allister (terminó su préstamo y retornó a Argentinos) y con las ausencias de su hermano Alexis, Nicolás Capaldo y Jan Hurtado (participarán del Preolímpico), Boca continúa con la puesta a punto. Además, se espera que Ramón Ábila trabaje con normalidad tras el esguince de tobillo izquierdo.
El Xeneize tendrá su debut oficial en 2020 el 26 de enero frente a Independiente, en la Bombonera, a partir de las 21.45. Todo esto si se mantiene el cronograma fijado por la Superliga, que el miércoles tendrá una reunión clave para definir si la reanudación del campeonato se retrasa un par de semanas.
