Con anotaciones de Marquinhos, el Fideo y Bernat, el equipo francés le ganó 3-0 al alemán, en Lisboa, y accedió a la instancia decisiva por primera vez en su historia. El ex Rosario Central también aportó dos asistencias. Espera por Lyon o Bayern Múnich.
Con una magnífica actuación de Ángel Di María, autor de un gol y dos asistencias, PSG goleó 3-0 a Leipzig, en Lisboa, a puertas cerradas por el coronavirus, y se metió en la final de la UEFA Champions League por primera vez en su historia. Espera por Lyon o Bayern Múnich para definir el título, el próximo domingo, a las 16.
Los tantos de la victoria en el Estadio da Luz, propiedad del Benfica, fueron convertidos por el brasileño Marquinhos (PT 12 min), Di María (PT 42 min) y el español Juan Bernat (ST 10 min).
Además, el volante argentino Leandro Paredes, ex Boca, también jugó como titular en el PSG y su compatriota Mauro Icardi vio la clasificación desde el banco de suplentes.
Hasta el momento, el fútbol francés solo tuvo un campeón de Europa en la historia y fue el Olympique de Marsella en 1993 ante Milan (1-0).
El pase a la instancia definitoria se respaldó en la enorme actuación del primer tiempo y la consolidación en el segundo, sin demasiado desgaste. En el primero, Leipzig se rindió rápidamente frente al talento del tridente ofensivo integrado por Di María, Neymar y Kylian Mbappé.
Es que los minutos iniciales tuvieron a dos equipos decididos a ir por el boleto a la final. Cada uno con su posicionamiento táctico: París Saint Germain se mostró más adelantado y apostó fuerte al uno contra uno de sus atacantes, mientras que Leipzig se paró detrás del mediocampo y desplegó un marcaje escalonado en toda la cancha para salir con velocidad cuando el panorama se lo permitiera.
Sin embargo, la reaparición del Fideo -suspendido para los cuartos de final- y la entrada desde el arranque de Mbappé -suplente en la llave pasada por molestias físicas- le dio mayor fluidez al ataque parisino, con variantes por las bandas, rotación en todo el frente y una constante entrada y salida a la espalda de los defensores.
Al que más se lo vio disfrutar de la vuelta del rosarino y del francés al equipo inicial fue al brasileño Neymar, solitario en la llave pasada frente a Atalanta, de Italia, y así PSG consiguió una falta que terminó en el 1-0 por el cabezazo de Marquinhos, quien se impuso ante una fallida marca zonal de los alemanes.
Los dirigidos por Thomas Tuchel dominaron todas las acciones en la etapa inicial con su presión y una disposición compacta, con la dirección de Paredes desde el medio y todo el talento de sus delanteros.
De hecho, Di María puso el 2-0 en el ocaso del primer tiempo en un contexto que pareció quedarle corto por todo lo realizado frente a un Leipzig desconocido, al que le pesó la poca historia y la inexperiencia de sus jugadores en estas instancias.
El equipo alemán salió al complemento con Emil Forsberg y Patrik Schick, lo que obligó a una modificación en su disposición táctica al tener cuatro delanteros y al mismo tiempo cambió la intensidad, lejos de ese equipo atemorizado previo al descanso, y se adueñó de la pelota.
A pesar de las buenas intenciones mostradas, la esperanza le duró poco, ya que una pérdida en el fondo derivó en un centro de Di María a la cabeza de un solitario Bernat en el centro del área para el tercero.
La serie sentenciada dio lugar solamente para ver una actuación desteñida de Leipzig y varias ocasiones claras más en los pies de los jugadores de PSG, que no terminaron en goles porque siempre buscaron terminarla de una manera lujosa y porque enfrente estuvo Peter Gulasci.