La Selección trabaja en la chance de jugar un amistoso antes del inicio de las Eliminatorias, previsto para octubre. Y Brasil aparece como posible rival. La idea es juntar al grupo y volver al ruedo: el equipo de Scaloni no juega desde noviembre...
Leo y Ney, amigos afuera de la cancha, podrían verse en el campo otra vez
La última vez que jugó la Selección, el Covid-19 no existía, Wuhan era apenas la ciudad más poblada de China central y no el epicentro de un virus mortal, Alberto Fernández todavía no había asumido como presidente de los argentinos, Riquelme ni siquiera era candidato a vice de Boca, el River de Gallardo aún era el campeón defensor de la Copa Libertadores y el dólar, siempre referencia en estos casos, cotizaba 62,50 para la venta. Pues bien, aquel 18 de noviembre de 2019, el equipo de Scaloni empató 2 a 2 contra Uruguay en Tel Aviv y, unos meses después, se paró el mundo. Desde entonces, ni Messi ni los demás volvieron a ponerse la celeste y blanca. Y por lo pronto, oficialmente, eso no sucederá hasta el 8 de octubre, fecha que marcó la FIFA como el inicio de la Eliminatoria Sudamericana en su último informe del 10 de julio. Sin embargo, la Selección de los Leo podría volver a la cancha un mes antes. Y hasta podría ser ante Brasil, nada menos que en el clásico top del continente.
Sí, hace rato que Lionel Scaloni y su cuerpo técnico están trabajando en la idea de aprovechar la fecha FIFA de septiembre, prevista para el 3 y el 8, para volver a reunir al equipo previo al inicio de la competencia oficial y jugar uno o dos partidos amistosos. El objetivo es claro: que la Selección vuelva a tener rodaje después de 10 meses y no llegar al inicio de las Eliminatorias después de casi un año sin minutos en cancha. Además, serviría para reunir al grupo, repasar conceptos y reactivar lo que era un proceso en franco crecimiento, que en este 2020 iba a tener mucha actividad, incluida la Copa América con sede en nuestro país (y en Colombia, claro), postergada por el Covid-19 para el 2021. Por eso, la intención de que Messi (hoy de vacaciones en Ibiza) y el equipo salgan al campo antes de octubre sigue firme. Pero en las últimas horas, la noticia se potenció.
Según le dijeron a Olé, la chance de que uno de esos dos amistosos (o quizás el único) sea con Brasil como el rival, empieza a tomar forma. Justamente, la Verdeamarela fue uno de los últimos dos rivales del equipo de Scaloni: antes del 2 a 2 con Uruguay, Argentina le ganó 1 a 0 con gol de Leo, en Riad, Arabia Saudita. Las razones de este nuevo clásico sudamericano no serían únicamente deportivas, sino también económicas: en la crisis que provocó la pandemia, el enfrenamiento Messi-Neymar sería el más taquillero y, por lo tanto, el más seductor para mover toda la estructura que en estas circunstancias significar armar un partido amistoso, que hoy requiere mucha más organización (entre medidas de prevención, corredores sanitarios y demás). Además, sería una forma de recaudar dinero fuerte en un año que no ofreció esa posibilidad.
En ese sentido, la planificación es que sea un partido que pueda jugarse con público. Depende el lugar donde se dispute, claro está. Pero si es en Europa, justamente coincide con un escenario parecido: la idea es que el choque entre Alemania y España, por la Nations League, a jugarse el 3 de septiembre en territorio germano, sea el regreso de los aficionados a las tribunas en partidos internacionales. Precisamente, durante la fecha FIFA del 3 y el 8 de ese mes está previsto que se jueguen las dos primeras fechas de ese torneo organizado por la UEFA, que comenzó a disputarse en 2018. Por eso, la idea es aprovechar más que nunca la facilidad de contar con los jugadores antes de las Eliminatorias.
Lo concreto es que, sea con Brasil o con otra Selección, el regreso de Leo Messi a la Selección podría darse un mes antes de lo previsto. Después sí, llegarán las dos primeras fechas de las Eliminatorias, estipuladas para el 8 y 13 de octubre, que en principio serían ante Ecuador en Buenos Aires y Bolivia, en La Paz (todavía no fue oficializado). Y con un detalle que, por falta de actualidad, podría pasar inadvertido: para ese primer encuentro, Scaloni tendrá una baja clave, ya que no podrá contar con su 10 y capitán porque está suspendido.