El italiano habló de los futbolistas argentinos con los que compartió equipo, a los que enfrentó y también opinó sobre Bianchi, Gallardo, Bielsa y los otros técnicos de nuestro país.
Más allá hablar sobre su salida de Boca y el deseo de volver como entrenador, además de revelar quiénes fueron los amigos que le quedaron del plantel Xeneize, Daniele De Rossi hizo un repaso de los argentinos con los que tuvo vínculo a lo largo de su extensa trayectoria en la Roma.
La Champions League le dio la posibilidad de enfrentar un par de veces a Lionel Messi, que para el número 16 "no juega el mismo deporte que nosotros", al igual que Diego Armando Maradona. El italiano no puede creer que todavía haya gente que le diga pecho frío, no dudó en ponerlo por encima de Cristiano Ronaldo en la comparación y sobre su experiencia personal, en la nota con La Nación comentó: "Compartir la cancha con él es una motivación. A veces me daba cuenta que mis compañeros, antes del partido, lo miraban con ojos distintos, como de admiración..., y también a mí me pasó. Yo trataba de no mostrar mis sentimientos ni mi debilidad ante un jugador tan grande. Cuando le sacás la pelota a Messi te da un sabor distinto a si se las sacás a un burro cualquiera".
Pero más allá de la Pulga, De Rossi tuvo antes admiración por otro argentino: Gabriel Omar Batistuta, con quien compartió plantel en la Roma durante sus inicios. "Podría contar cosas positivas de cada uno de los argentinos con los que estuve, pero uno que me partió la cabeza fue Bati. Cuando yo entré en el vestuario de Roma era un pibe, y él ya era Batistuta. Y conocí esa luz que se llevaba cuando iba caminando por el vestuario. Era distinto. Aunque a veces sin hablar, era un futbolista y un hombre distinto. Después, me empecé a cambiar a su lado y era fascinante. Él llegó y empezó a convertir y a convertir goles y nos llevó al scudetto después de 20 años. Yo me entrenaba con él y quería abrazarlo, besarlo, pero no me podía comportar como un hincha".
Uno de los más especiales de la lista de sus argentinos conocidos es Nicolás Burdisso, que primero fue su compañero en la Roma y, años más tarde, el director deportivo que lo llevó a Boca. "La vida también nos juntó del otro lado del mundo. En otro lugar y en otra función. Él me ayudó en todo. Cuando lo conocí fuera de Roma, del lado dirigencial, me di cuenta de que era más grande lo que lo que incluso pensaba. Es un gran amigo... Pesado como jugador, lo que acá llamamos 'martello', martilo, siempre enfocado, demasiado concentrado en el fútbol, siempre rompiendo los huevos con el fútbol..., muy profesional", expresó sobre el exdefensor.
En cuanto a los entrenadores, no dudó en poner a Carlos Bianchi a la altura de Marcello Lippi, que sacó campeón del mundo a Italia en 2006, o Fabio Capello. "Bianchi en Boca es un dios y en Roma es medio boludo, la gente lo considera medio boludo y eso es increíble. Es un entrenador que ganó todo, ganó todo en Sudamérica, ganó todo en el mundo, ganó tres veces la Intercontinental, fue campeón del mundo con Vélez y dos veces con Boca, ¿entonces de qué estamos hablando?", declaró.
En tanto, sobre los técnicos del presente, puso a Diego Simeone y Marcelo Gallardo en lo más alto: "Tienen una mentalidad distinta, son opuestos, pero ambos son dos fenómenos. Simeone ya demostró en Europa que es un gran técnico y Gallardo tiene todo por delante aún, pero su manera de ser y de entrenar me parecen muy europeas", valoró. Pero al mismo tiempo, no dudó en poner a Marcelo Bielsa en el podio: "Es el más encantador. Me interesa porque todos los jugadores que lo tuvieron hablan bien de él, y porque sus equipos juegan para atacar, para disfrutar. Me gustaría ir a Leeds a ver sus entrenamientos y hablar un poquito con él. Me encantaría aprender de él".
Por último, habló de Maradona: "Mis primeros recuerdos están ligados a esas imágenes del Napoli, y yo nunca fui hincha del Napoli, soy hincha de la Roma desde muy pequeño, pero yo pienso que el corazón de cada aficionado del fútbol no puede no amar a un jugador como él. Esas imágenes del Napoli son mis primeros recuerdos, y lo maravillado que quedaba mi padre mirándolo. Y después, el Mundial, el Mundial del 90, que veo que cada día Diego lo está recordando en su cuenta de Instagram. Ese Mundial fue especial, acá en las calles se respiraba la fiesta, teníamos un buen equipo, me acuerdo como los napolitanos lo bancaron durante todo el partido pese a que Diego estaba jugando contra Italia, me acuerdo cómo lo silbaron en la final en Roma... Aquella fue una película, y un chico de 7 años, los que yo tenía, no se lo olvida nunca más".